La futura estación intermodal de Ourense va para largo, para muy largo, según las últimas noticias. El Gobierno informó ayer que hay que licitar de nuevo el proyecto de la terminal del AVE por los sobrecostes de las obras, debido a la inflación. Bueno, en realidad solo se suben 4,6 millones en un contrato que ahora supone 134 millones de euros. Parece poco dinero para hacer frente a los eventuales incrementos de los materiales.
Los plazos que ahora se manejan sitúan la finalización de las eventuales obras no antes del 2030. Es por lo tanto, una marcha atrás en toda regla. Sorprende precisamente por eso la trompetería socialista a la hora de anunciar la nueva licitación. El subdelegado del Gobierno, Emilio González, habló de que gracias a Pedro Sánchez las infraestructuras en la provincia están en su mejor momento, tesis a la que también se apuntó la diputada socialista Marga Martín.
Nada han dicho de la paralización de las obras de la variante norte de la ciudad, como tampoco de las comunicaciones con Valdeorras, la autovía a Lugo, que duerme el sueño de los justos o la falta de mantenimiento de infraestructuras clave como la autovía A-52, llena de baches, también responsabilidad de la administración central del Estado. Será que estarán buscando alguien a quien echarles la culpa porque este Gobierno no la tiene. Nunca la ha tenido y nunca la tendrá.
