Ya se habla de puente. En España siempre que se puede se habla de puente, al menos siempre hablan los que pueden hacerlo, que es distinto. El 75% de la capacidad hotelera de la provincia está reservada para estos días, con la Ribeira Sacra como destino más buscado por los visitantes.
Como en todos los ciclos de vacaciones, queda la sensación de que todo el mundo se va y el que se queda es porque no tiene otro remedio, un “pringao”, con perdón.
Pero así está montado el tinglado, medio país trabaja para que el otro país descanse. A cuenta de estos, hay que reconocerlo, se mueven muchas actividades económicas ligadas al turismo, una de las principales fuentes de ingresos de España.
Los datos dicen que Ourense no vive del turismo pero el gremio está ayudando a mantener la actividad, pero sectores tan volátiles en una provincia como la nuestra no permiten vivir al cien por cien, a lo sumo sacarse unos ingresos añadidos.
Aunque la pregunta que habría que hacerse es cuál es la estrategia de desarrollo de Ourense, aparte de los ingresos de los 109.000 pensionistas y de los 20.000 trabajadores públicos. El turismo, desde luego no.
