Comerciantes y vecinos urgen una actuación ambiciosa en el inmueble

Sergio Rodríguez, propietario de un negocio justo enfrente de la cárcel, considera que el edificio es "patrimonio histórico" de Ourense y no entiende que se haya dejado llegar hasta este punto.

Peligroso, deplorable, vergonzoso o desastroso. Son algunos de los calificativos que vecinos y comerciantes del entorno de la vieja prisión emplean para exponer su hartazgo por el estado en que se conserva la vieja cárcel provincial, urgiendo al Concello a que actúe en el inmueble para atajar un deterioro que se ha ido acentuando con el paso de los años, sin que ningún gobierno municipal tomase cartas en el asunto. Además de señalar la falta de seguridad existente, coinciden en que esta situación afea un entorno emblemático de la ciudad

Sergio Rodríguez, propietario de un negocio justo enfrente de la cárcel, considera que el edificio es "patrimonio histórico" de Ourense y no entiende que se haya dejado llegar hasta este punto. "Me parece deplorable, es un edificio histórico que podría acondicionarse para poner algún tipo de museo o algo por el estilo. Llevamos todos los años del mundo y sigue en estado de ruina, la solución no es una cinta, que no pase que le caiga algo a cualquiera que pase por ahí, la gente está muy preocupada", indica.

En esa línea, la dueña de una empresa téxtil de la acera de enfrente insta al Concello a que, "al menos, arregle el edificio por fuera", aunque reconoce que se debería actuar en su totalidad. "A los ciudadanos nos exigen tener todo bien, decente, pero luego lo que es público puede estar así de mal, el Concello debe actuar porque es indecente lo que tenemos que soportar", destaca la comerciante.

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