La Policía Local de Ourense refuerza desde este miércoles su vigilancia en las calles del Casco Vello para controlar el acceso de vehículos, ahora ya sin el sistema de bolardos tras decidir el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, dejarlos sin uso al entender que era un sistema dañino para vehículos y peatones. "Ocasionaban unha elevada siniestralidade", explican fuentes municipales.
Así, mientras no se desbloquee el servicio de control por cámaras de vigilancia, el gobierno local ha dado la orden de desplegar más agentes policiales "para a imposición de sancións a aqueles que accedan indebidamente ó centro histórico, co fin de preservar o carácter peonial da zona antiga".
Desde el Concello recuerdan que pese a bajar los bolardos, solo pueden acceder al Casco Vello aquellos ciudadanos que cuenten con una tarjeta específica, así como los vehículos de carga y descarga.
