Veinticinco niños de tres colegios son los beneficiarios de un programa municipal de apoyo escolar

El Concello ayuda a hacer los deberes

Una niña entra al interior del colegio Irmáns Villar, en donde se aplica el programa de apoyo. (Foto: Miguel Angel)
La Concejalía de Benestar Social está desarrollando durante este curso un programa pionero para el apoyo socio-educativo en la infancia. Consiste en clases de refuerzo de hora y cuarto impartidas por dos monitores para aquellos niños que tienen dificultades para proseguir sus estudios por sus condiciones sociales y culturales. Esta iniciativa, que presta ayuda a 25 niños de los colegios Prácticas, Mariñamansa e Irmáns Villar, cuenta con vocación de continuidad en próximos cursos, según fuentes municipales.
Evitar el abandono escolar y las desigualdades educativas. A grandes rasgos, éste podría ser el resumen básico de los objetivos de un programa pionero que ha puesto en marcha la Concejalía de Benestar Social de Ourense, dirigida por la socialista Marga Martín.

La iniciativa, bajo el nombre de ‘Apoio socio-educativo á infancia e á familia’, tiene como premisa fundamental el compromiso con los más desfavorecidos, y muy especialmente con los niños y niñas que tienen dificultades para proseguir sus estudios debido a sus condiciones sociales y culturales de partida. Este apoyo se presta mediante el sistema educativo, como recurso imprescindible para el futuro de los pequeños.

Durante este curso escolar, el programa se ha puesto en marcha en tres colegios (Prácticas, Mariñamansa e Irmáns Villar) y presta apoyo a 25 estudiantes. A cada centro acuden dos monitores, de lunes a jueves, para atender uno a uno a cada alumno, distribuidos en grupos de edad, durante aproximadamente hora y cuarto, lo que se traduce en diez horas de trabajo semanal en cada centro educativo.

El trabajo de los monitores, centrado en resolver dudas de los alumnos y tratar de poner freno a sus dificultades educativas, se complementa, además, con la intervención de una educadora dentro del ámbito familiar. Se busca de este modo la implicación de los padres en el seguimiento escolar de sus hijos, reforzando así que los valores adquiridos con respecto al sistema educativo se refuercen ya desde el núcleo familiar.

Según la concejala de Benestar Social, Marga Martín, el trabajo de los monitores escolares y de la educadora está repercutiendo positivamente en la integración de los menores en la escuela (muchos de ellos con situaciones familiares difíciles, tanto por su situación económica, cultural o incluso social), así como en los resultados académicos obtenidos por los pequeños, en constante mejora desde la primera evaluación del pre sente curso escolar.

Marga Martín considera que este programa es muy importante para eliminar las desigualdades educativas entre los niños, algo básico para que puedan estar plenamente integrados en el sistema educativo y evitar de este modo el fracaso escolar, uno de los mayores problemas de los niños y adolescentes en el conjunto de España. Asimismo, destaca que esta iniciativa puesta en marcha en octubre de 2008 cuenta con vocación de futuro y será continuada en los cursos venideros.

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