El primer paso será constituir una comisión ciudadana que consensúe una propuesta de convivencia

El Concello designa a un coordinador para impulsar el pacto cívico que aborde el botellón

Marga Martín, Marta Arribas, María Devesa, Belén Iglesias y Xosé Rúas, en la primera reunión.
El profesor universitario Xosé Rúas Araújo al que el alcalde encomendó la coordinación del pacto cívico -un foro de debate y reflexión para solucionar problemas de convivencia- presentó sus primeras propuestas de trabajo a los grupos municipales. Desde ahora, comenzará a constituir una comisión ciudadana y apolítica en la que estarán representados distintos estamentos sociales que tengan algo qué decir en problemas como el botellón, la cartelería ilegal, el vandalismo o el respeto al medio ambiente.
El pacto cívico -la fórmula apolítica ideada por el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, para solucionar problemas de convivencia ciudadana como el botellón- echó a andar con la designación de la persona que lo coordinará, el profesor universitario Xosé Rúas. Precisamente, así se puso de manifiesto a los portavoces de los grupos municipales cuyas áreas de trabajo están directamente implicadas con cuestiones más sociales: Marga Martín (Sanidade); Marta Arribas (Igualdade y Voluntariado); María Devesa (Participación Ciudadana), y Belén Iglesias, en representación del PP.

A partir de ahora, el coordinador tendrá como principal finalidad la constitución de una comisión en la que estén presentes distintos sectores de la sociedad para dar una solución a un problema de convivencia ciudadana que viene generando malestar creciente por las dimensiones que está cobrando el botellón en determinadas zonas (primero en As Mercedes y ahora en la Alameda).

Siguiendo la estela del pacto cívico de A Coruña, aprobado en junio de 2008, la principal finalidad de la comisión será la elaboración de un documento en el que se recojan una serie de actitudes, comportamientos y valores que toda la ciudadanía debe asumir para favorecer la convivencia, so pena de pasar a un procedimiento sancionador ya que sus conclusiones pueden estar sustentadas en ordenanzas.

Según valoraron fuentes del grupo de gobierno, el pacto cívico hará de Ourense un modelo de ciudad ‘integradora, responsable, participativa y saludable, buscando una mayor implicación y corresponsabilidad de los ourensanos’.

Los integrantes de la futura comisión cívica, con el coordinador a la cabeza, son los encargados de presentar las propuestas que engrosen el pacto cívico, que debe ser aprobado posteriormente en pleno. El equipo de trabajo, según fuentes del Concello, estará conformado por personalidades, profesionales y representantes de diferentes ámbitos sociales e institucionales que abanderan iniciativas. En el caso de A Coruña, por ejemplo, estuvo integrada por 23 personas coordinadas por el psiquiatra Fernando Márquez.

Por el momento, esta es la única respuesta que da el Concello a los problemas de ruidos y vandalismo que sufren cada fin de semana los vecinos con viviendas en espacios públicos escogidos para las concentraciones del botellón.

’Debemos fomentar el ourensanismo’

El profesor de Técnicas de Comunicación Política e Institucional en el Campus de Pontevedra Xosé Rúas será el encargado de pilotar el pacto cívico del Concello de Ourense.

¿El botellón será el punto de partida para el pacto cívico?

Será un tema más de los que abordaremos, pero no es el prioritario, porque también lo son el respeto al medio ambiente, el vandalismo, los grafitis, la cartelería ilegal... Todo aquello que tenga que ver con problemas que implican concienciación ciudadana.

¿Todo por una ciudad más idílica...?

Es muy importante que reflexionemos sobre qué valores queremos transmitir como ciudad. Se trata de hacer ‘ourensanismo’ en aquellos aspectos que podemos destacar o potenciar (ecología, solidaridad...), explotando esas señas de identidad.

¿Tendrá capacidad para elaborar normas?

Es una posibilidad. En ciudades como Madrid, Zaragoza, Sevilla, Ciudad Real se elaboraron propuestas de ordenanzas cívicas. Pero no sólo debemos buscar soluciones puntuales a problemas estructurales sino que la comisión, que será plural con representantes de estamentos muy variopintos, será un espacio para el debate y la reflexión.



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