El "brochazo" sigue generando polémica, después de suponer un destrozo para una zona histórica de la ciudad de Ourense
El Concello de Ourense no envió a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural la información solicitada hace un mes sobre el pintado que realizó en una docena de fachadas del Casco Histórico. El objetivo era eliminar grafitis pero se usaron materiales no adecuados y no se obtuvo permiso de los propietarios. Patrimonio decidió actuar de oficio en el asunto del “brochazo” y solicitó al Concello los detalles de cómo se gestó esta actuación en Vinos, zona protegida como Bien de Interés Cultural. Sin embargo, según pudo saber este periódico, la Consellería de Cultura no obtuvo respuesta.
Desde la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural reiterarán la petición de información al Concello de Ourense. Por otro lado, propietarios afectados por este repintado en la rúa Hernán Cortés, tampoco han obtenido respuesta del Concello de Ourense, al que enviaron sus quejas por registro municipal tras descubrir que habían pintado sus casas sin permiso y con un resultado estético cuestionable.
