La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consellería de Cultura, toma cartas en el asunto del “brochazo” del Casco Histórico de Ourense. La Xunta de Galicia pide información al Concello sobre la actuación que realizó en Vinos -zona protegida como Bien de Interés Cultural (BIC)- para solventar el problema de los grafitis y que, sin embargo, produjo el repintado de una docena de edificios con material inadecuado y sin permiso de los dueños, con un resultado estético cuestionable. La ruta realizada por este periódico contempló, al menos, 14 fachadas y otras tantas puertas barnizadas en el Casco Histórico por orden del gobierno local, que empleó a una brigada municipal formada por personas condenadas a servicios de la comunidad para este cometido. Patrimonio ya envió a un técnico a inspeccionar la zona, ante la sospecha de que el gobierno municipal pudiese actuar de manera improcedente, para elaborar un informe de diligencias previas que será remitido este lunes al ayuntamiento.
No es habitual que Patrimonio actúe de oficio, ya que el Concello de Ourense dispone de otros órganos que ya velan por el patrimonio, como la oficina del PERI, encargada de cualquier actuación relacionada con el Casco Viejo por su especial protección. Sin embargo, según fuentes consultadas, el alcalde no preguntó a esta oficina -que mantiene desmantelada- sobre la idoneidad de emplear pintura plástica (la misma que utilizan los vándalos) en fachadas protegidas. Desde la Consellería de Cultura recuerdan que el Concello no precisa autorización previa de Patrimonio para actuar sobre las fachadas de Vinos, ya que la zona está en el ámbito del PERI. Pero, “neste caso, ao ter coñecemento de que algo se pode estar facendo mal, a Dirección Xeral actuou de oficio e un técnico foi á zona para inspeccionala”.
Informe previo
La Xunta elaborará el informe de diligencias previas que remitirá al Concello, al que pide información sobre la actuación. “Unha vez dispoñamos de toda a información necesaria, serán os técnicos quenes valoren como proceder”, añaden desde la Consellería de Cultura.
El PSOE de Ourense pidió hace unos días a la Xunta que actuase en este caso, en base a la Ley de Inspección de Patrimonio Cultural, que recoge la “potestad de inspección” del gobierno autonómico para proteger el patrimonio de Galicia.
La normativa contempla como infracción leve la realización de tratamientos sobre bienes del patrimonio artístico sin previa autorización, así como la realización de pintadas y otros actos vandálicos que causen deterioros en bienes del entorno de protección de un Bien de Interés Cultural (BIC), declaración que ostenta el Casco Histórico. Según esta normativa, las infracciones leves pueden acarrear multas que van desde los 300 hasta los 6.000 euros, sin perjuicio de la necesidad de reparar los daños causados sobre las fachadas dañadas.
Vecinos de Hernán Cortés urgen al Concello que repare los daños causados
La comunidad de vecinos del número 8 de la rúa Hernán Cortés, uno de los edificios afectados por el repintado de fachadas del Concello, solicita al ente municipal que repare los daños causados por estos trabajos, que no contaron con autorización de los propietarios. Varios dueños se mostraron molestos con el aspecto de su vivienda, señalando su sorpresa por un barnizado del que no recibieron aviso. Ahora, las quejas han sido enviadas por registro al Concello de Ourense para que se arreglen los daños. En esta calle también se pintó el número 19. Además, según pudo saber este periódico, la intención inicial del ayuntamiento -ahora frenada- era pintar más viviendas de la misma vía.
