El edil de Urbanismo del Concello, Antonio Fernández, atribuyó ayer al alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, la orden sobre el brochazo en el Casco Vello, que causó la indignación vecinal. Esta fue la respuesta que dio a preguntas de la oposición en la junta de área, admitiendo además que los trabajos para eliminar las pintadas los estaban realizando personas condenadas a realizar trabajos comunitarios. El edil eludió responsabilidades y dijo desconocer si los trabajos se habían frenado y si Patrimonio estaba investigando lo sucedido.
Esto solo fue uno de los puntos tratados en las reuniones de ayer, en las que el BNG insistió en conocer por qué no se había identificado todavía al conductor del coche municipal que fue multado en Vigo, sin obtener respuestas aclaratorias a un tema que el equipo del alcalde sigue dando largas. En todo caso el edil dijo que habían estudiado cómo alegar y aseguró que sería abonada por la persona que conducía y no con cargo a las arcas municipales.
Ayer también se dio acceso al PSOE al expediente de contratación de la rúa Concordia, como habían pedido, tras advertir de un sobrecoste de casi un millón de euros en la obra al no haberse contemplado los colectores en el proyecto. Esto obligó a modificar el proyecto que, sin embargo, no consta en el expediente de contratación, tal y como certifica el documento firmado por el concejal Armando Ojea. Además, el concejal Antonio Fernández dijo en la reunión con la oposición que desconocía dónde estaba, para sumar más incertidumbre al asunto. Los nacionalistas también cuestionaron el proceder del Concello con el diseño de la obra que ha obligado a modificar el proyecto.
Respuestas escuetas
Por último, tras la queja presentada por el PSOE ante la Valedora do Pobo, el gobierno local entregó ayer las respuestas a una veintena de las más de 200 preguntas por contestar en los últimos meses, aunque con respuestas escuetas y poco definitorias.
