El concesionario de Renault que gestionaba la familia Aragonés desde hace casi 75 años cambia de manos y desde ayer estará gestionado por el grupo Rodosa, radicado en Pontevedra. El concesionario Luis Aragonés, una de las empresas veteranas de la provincia, es ya historia, después de que la familia confirmase el cese de su actividad, después de varias semanas de negociaciones con el grupo pontevedrés Rodosa, tal y como había adelantado este periódico.
"Dejamos nuestra actividad con tristeza, pero sintiéndonos orgullos de haber compartido momentos muy felices". A través de una carta publicada en sus redes sociales, los Aragonés confirmaron el cierre de su concesión después de un intenso trabajo vendiendo automóviles en Ourense desde 1945. La familia se hizo cargo de la concesión después de abrir años antes un taller electromecánico en la calle Concejo de la ciudad. Desde entonces, y en distintos emplazamientos, el apellido estuvo estrechamente ligado al mundo de la automoción y empresarial. En 1962, desplazaron el concesionario al barrio de O Pino y en 1977 abrieron sus actuales instalaciones de venta de vehículos en Quintela de Canedo, reformadas hace escasos años y a apenas un par de kilómetros de la anterior ubicación, en el número 28 de la carretera de Vigo. "En un momento determinado la vida nos depara nuevas etapas, pero lo gratificante es mirar hacia atrás y pensar que sin duda ha merecido la pena", señalaba la familia.Rodosa confirmaba ayer que pasaba a gestionar el concesionario en Ourense, en el mismo emplazamiento. Este grupo es el concesionario oficial Renault y Dacia en Pontevedra desde los 90, por lo que pasa a liderar su comercialización en el sur de Galicia.
Tras 74 años dedicados a la distribución del automóvil, dejamos nuestra actividad con tristeza, pero sintiéndonos...
Publicado por Luis Aragonés en Jueves, 1 de octubre de 2020
Familia con historia
La familia Aragonés se instaló en la ciudad en 1884, procedente de Mora de Ebre (Tarragona), de donde partió Antonio Aragonés Launes, para trabajar en la electrificación. Ya después de la Guerra Civil, tanto Antonio como sus hijos Antonio y Luis abrieron un taller electromecánico en calle Concejo. En 1945, Luis Aragonés se puso en contacto con Renault para hacer con la concesión de la marca en Ourense. En 1961 comenzaron a comercializar los primeros coches. Actualmente, ya estaba trabajando en la empresa la cuarta generación de los Aragonés.
