El Consello Regulador de la Ribeira Sacra modifica el reglamento para amparar vinos envejecidos en barrica

Los bodegueros de la Ribeira Sacra podrán vender vinos envejecidos en barrica con las designaciones de crianza, reserva y gran reserva, después de un cambio normativo adoptado por el consello regulador. El organismo vinícola también está satisfecho con el aumento de las ventas en la última temporada, que alcanza el 35% con respecto al año anterior.
El Consello Regulador de la Ribeira Sacra acordó modificar el reglamento de la denominación de origen para dar amparo a vinos envejecidos en barrica, de tal modo que podrán salir al mercado con etiquetas en las que figuren las designaciones de crianza, reserva y gran reserva. Según indicó el presidente del consello, José Manuel Rodríguez, está previsto que el reglamento se publique oficialmente antes de junio. A partir de entonces, las más de 100 bodegas de la Ribeira Sacra podrán sacar al mercado sus vinos con dichas distinciones, siempre que cumplan los requisitos establecidos por la normativa. Además, el consello también adoptó una serie de modificaciones sobre elaboración de vinos, atendiendo a lo que establecen las nuevas normativas europeas.

El responsable del consello regulador también se mostró satisfecho con la evolución de las ventas de sus vinos esta temporada. Según datos de los últimos ocho meses, las bodegas de Ribeira Sacra han conseguido colocar en el mercado un 35% más que en el mismo periodo del año anterior. En la denominación esperan que la cosecha de 2008, que ha comenzado a venderse ahora, consiga mantener estas cifras, ya que es de ‘muy buena calidad’, según indican.

Además, desde el Consejo Regulador se trabaja en otros proyectos, como la puesta en marcha de una ‘Ruta del Vino’, para vender la Ribeira Sacra en su conjunto, ‘vino, gastronomía, paisaje y riqueza patrimonial’, explicó Rodríguez.

Por otra parte, los vinos de esta Denominación de Origen despiertan cada vez más interés fuera de las fronteras gallegas. Así, en los últimos días visitaron la Ribeira Sacra representantes de siete empresas estadounidenses importadoras de vino con el fin de probar los caldos que aquí se cosechan, y recientemente lo había hecho un grupo de japoneses, que destacó la ‘delicadeza’ de sus vinos.

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