El paro del transporte y, en concreto, la falta de hormigón, ha frenado el ritmo de las obras de los tramos de AVE y de la autopista a Santiago, aunque sin llegar a su paralización. Mientras, Faurecia se vio obligada ayer a enviar a casa a su medio millar de empleados, al igual que hicieron otras auxiliares de automoción o distribuidores de perecederos.
Las constructoras de las principales infraestructuras de la provincia han tenido que reorganizar su programa de ejecución con motivo del paro en el sector del transporte, que les ha dejado desabastecidos de hormigón, principalmente, y otros materiales de construcción. Así, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) confirmaba ayer que está teniendo problemas en las obras de la línea Ourense-Santiago, pero sin llegar a su paralización, sino al cambio de tareas (como desmontes). La misma situación se registra en las obras de la autopista a Santiago, según confirmó la Consellería de Política Territorial, aunque confían en recuperar en breve este tiempo y que pueda entrar en servicio a finales de año.
Mientras, la paralización de actividad en la planta de Citroën en Vigo está afectando también a sus auxiliares ourensanas, pues parte de ellas no trabajaron ayer. En concreto, la principal industria de la provincia en cuanto a número de trabajadores, Faurecia, con 530 empleados, paralizó su actividad desde el turno de las seis de la mañana. Hoy trabajarán los turnos de tarde y noche al 40% de actividad (sólo para Citroën, que retoma parte de su producción, pero no para sus otros clientes, Renault Palencia y Nissan Ávila), y el lunes volverán a la normalidad, si el paro está ya solventado. Otras empresas, como Inplasor, tampoco trabajaron ayer ni lo harán hoy. Mientras, CIE Automotive intentaba mantener su actividad suministrando productos por avión.
Asimismo, cuatro mayoristas ourensanas de distribución de perecederos permanecían ayer paradas y Coren sigue inactiva, sólo atendiendo emergencias.
Las protestas decaen y sólo se movilizan pequeños grupos
La CEO, preocupada por la repercusión en las empresas
Desconcertados. Así se encontraban ayer los transportistas ourensanos, que no sabían si arrancar o seguir parados ante las diferentes noticias que llegaban sobre las negociaciones en Madrid. En todo caso, aunque continuaban en paro, sólo hubo pequeños piquetes informativos en Cea y en Verín. En esta localidad permanecieron varios transportistas en la entrada a la autovía desde la N-532, si bien ya fueron permitiendo la salida escoltada de los vehículos que habían parado en días anteriores, aunque ayer por la tarde preveían organizar nuevas protestas.
No obstante, a lo largo del día ya circuló ocasionalmente algún vehículo sin escolta, aunque en trayectos pequeños. También trabajaron los camiones de reparto de carburante (de hecho, la mayoría de gasolineras de la provincia tenían ayer suministro). La recogida de leche en la veintena de granjas de la provincia dedicadas a su producción se desarrolló con normalidad. Tampoco hubo problemas en el suministro de medicamentos a las farmacias ni tampoco de material sanitario ni alimentación al Complexo Hospitalario.
Entre las incidencias se incluyen dos pinchazos de ruedas a camiones, ocurridos ya el pasado miércoles, en Melón y en Verín.
La Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) está realizando cada día informes de seguimiento de las repercusiones del paro en la provincia, que remite a la Confederación Gallega (CEG), que ha conformado un grupo de trabajo con la Administración. Desde la CEO también se prestan otros servicios a empresas, principalmente la gestión de solicitudes de escolta de convoyes.
No obstante, la organización empresarial mostró su preocupación por la repercusión que está ocasionando en los principales sectores productivos, más aún en una provincia con escasa industria. Además, supone unas con siderables pérdidas y algunas empresas tardarán en recuperar su ritmo de actividad normal desde que termine el paro.
Vigilancia A lo largo de la mañana de ayer, las fuerzas de seguridad realizaron seis servicios de escolta a convoyes para empresas de la provincia, con un total de 39 camiones. Mientras, por la tarde se prestaron varios servicios más, entre ellos uno al Polígono de San Cibrao para facilitar la llegada de camiones a la planta de Coren y a Finsa-Orember, entre otras. Mientras, el pasado martes se escoltaron 94 vehículos.
Mientras, la paralización de actividad en la planta de Citroën en Vigo está afectando también a sus auxiliares ourensanas, pues parte de ellas no trabajaron ayer. En concreto, la principal industria de la provincia en cuanto a número de trabajadores, Faurecia, con 530 empleados, paralizó su actividad desde el turno de las seis de la mañana. Hoy trabajarán los turnos de tarde y noche al 40% de actividad (sólo para Citroën, que retoma parte de su producción, pero no para sus otros clientes, Renault Palencia y Nissan Ávila), y el lunes volverán a la normalidad, si el paro está ya solventado. Otras empresas, como Inplasor, tampoco trabajaron ayer ni lo harán hoy. Mientras, CIE Automotive intentaba mantener su actividad suministrando productos por avión.
Asimismo, cuatro mayoristas ourensanas de distribución de perecederos permanecían ayer paradas y Coren sigue inactiva, sólo atendiendo emergencias.
Las protestas decaen y sólo se movilizan pequeños grupos
La CEO, preocupada por la repercusión en las empresas
Desconcertados. Así se encontraban ayer los transportistas ourensanos, que no sabían si arrancar o seguir parados ante las diferentes noticias que llegaban sobre las negociaciones en Madrid. En todo caso, aunque continuaban en paro, sólo hubo pequeños piquetes informativos en Cea y en Verín. En esta localidad permanecieron varios transportistas en la entrada a la autovía desde la N-532, si bien ya fueron permitiendo la salida escoltada de los vehículos que habían parado en días anteriores, aunque ayer por la tarde preveían organizar nuevas protestas.
No obstante, a lo largo del día ya circuló ocasionalmente algún vehículo sin escolta, aunque en trayectos pequeños. También trabajaron los camiones de reparto de carburante (de hecho, la mayoría de gasolineras de la provincia tenían ayer suministro). La recogida de leche en la veintena de granjas de la provincia dedicadas a su producción se desarrolló con normalidad. Tampoco hubo problemas en el suministro de medicamentos a las farmacias ni tampoco de material sanitario ni alimentación al Complexo Hospitalario.
Entre las incidencias se incluyen dos pinchazos de ruedas a camiones, ocurridos ya el pasado miércoles, en Melón y en Verín.
La Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) está realizando cada día informes de seguimiento de las repercusiones del paro en la provincia, que remite a la Confederación Gallega (CEG), que ha conformado un grupo de trabajo con la Administración. Desde la CEO también se prestan otros servicios a empresas, principalmente la gestión de solicitudes de escolta de convoyes.
No obstante, la organización empresarial mostró su preocupación por la repercusión que está ocasionando en los principales sectores productivos, más aún en una provincia con escasa industria. Además, supone unas con siderables pérdidas y algunas empresas tardarán en recuperar su ritmo de actividad normal desde que termine el paro.
Vigilancia A lo largo de la mañana de ayer, las fuerzas de seguridad realizaron seis servicios de escolta a convoyes para empresas de la provincia, con un total de 39 camiones. Mientras, por la tarde se prestaron varios servicios más, entre ellos uno al Polígono de San Cibrao para facilitar la llegada de camiones a la planta de Coren y a Finsa-Orember, entre otras. Mientras, el pasado martes se escoltaron 94 vehículos.
