A falta de confirmación oficial, fuentes municipales apuntan a que la rescisión del contrato de las obras de San Francisco es inminente y que será la empresa ourensana Copasa la que asuma los trabajos. Asimismo, desde la Tenencia de Alcaldía han remitido un informe a Cultura para acometer mejoras en aras de la seguridad, a cargo del propio ministerio. Mientras, la comisión mixta que negocia la transferencia del complejo a la Xunta, estudia dotar a la obra de siete millones para su reanudación durante este año.
El Ministerio de Cultura podría anunciar en pocos días la reversión del contrato de las obras de San Francisco, que actualmente tiene la unión temporal de empresas (UTE) Biblioteca Nueva como concesionaria y con la que está inmerso en un litigio judicial desde 2004.
Así lo confirmó el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, a este periódico el lunes, y ayer lo volvieron a ratificar fuentes municipales, adelantando, además, que será la empresa ourensana Copasa la que asuma las obras, ya que había quedado situada en segundo lugar en el concurso de adjudicación de las obras. Fuentes de la empresa, sin embargo, han preferido no pronunciarse acerca de este asunto, que a día carece de anuncio oficial.
Por otro lado, desde la Tenencia de Alcaldía del Concello anunciaron ayer que remitieron un informe técnico al ministerio con las medidas de seguridad que se presumen necesarias para el complejo, ya que la maleza, la falta de cubierta en zonas como el corredor del claustro o el material de obra en desuso está acelerando el proceso de deterioro de San Francisco.
Costes De hecho, mantendrán así su intención de exigir al ministerio que asuma estos costes a cargo de la partida de un millón de euros consignada este año para las obras y que no se ejecutará hasta que no se solucione el conflicto judicial. Medida que el alcalde, por otro lado, no compartió el lunes, mostrando así su disconformidad.
Asimismo, fuentes del BNG señalan que, paralelamente a la próxima reversión del contrato de obra, la comisión mixta que negocia la transferencia del complejo a la Xunta (integrada por miembros de la Consellería y del Ministerio de Cultura), se encuentra todavía sin un acuerdo claro. De hecho, con la resolución judicial por el pleito entre el ministerio y la constructora al caer, el BNG considera que Cultura está negociando la transfe rencia a la baja por causa de la posible indemnización que tendrá que abonar a la empresa. Así las cosas, la Xunta está presionando en las negociaciones para que el ministerio ceda una bolsa de vinculación de siete millones de euros para recuperar parte de los nueve millones perdidos durante los últimos cuatro años (debido al bloqueo de las obras) y poder así retomar los trabajos durante este año. De hecho, la transferencia contempla el coste del remate del proyecto y su mantenimiento, que tendrá que asumir el Gobierno.
Asimismo, fuentes del BNG municipal advierten que si no fructifican las negociaciones en la comisión mixta, estudian la posibilidad de solicitar la reversión parcial del claustro. Esto supondría desvincular el monumento (declarado Bien de Interés Cultural en 1923) del complejo, asumiendo su restauración y gestión el propio Concello, que podría ir encaminada a la creación de un hotel de lujo, al estilo de Paradores, para el turismo cultural y de congresos, con la creación, también, de una sala de exposiciones permanente.
Así lo confirmó el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, a este periódico el lunes, y ayer lo volvieron a ratificar fuentes municipales, adelantando, además, que será la empresa ourensana Copasa la que asuma las obras, ya que había quedado situada en segundo lugar en el concurso de adjudicación de las obras. Fuentes de la empresa, sin embargo, han preferido no pronunciarse acerca de este asunto, que a día carece de anuncio oficial.
Por otro lado, desde la Tenencia de Alcaldía del Concello anunciaron ayer que remitieron un informe técnico al ministerio con las medidas de seguridad que se presumen necesarias para el complejo, ya que la maleza, la falta de cubierta en zonas como el corredor del claustro o el material de obra en desuso está acelerando el proceso de deterioro de San Francisco.
Costes De hecho, mantendrán así su intención de exigir al ministerio que asuma estos costes a cargo de la partida de un millón de euros consignada este año para las obras y que no se ejecutará hasta que no se solucione el conflicto judicial. Medida que el alcalde, por otro lado, no compartió el lunes, mostrando así su disconformidad.
Asimismo, fuentes del BNG señalan que, paralelamente a la próxima reversión del contrato de obra, la comisión mixta que negocia la transferencia del complejo a la Xunta (integrada por miembros de la Consellería y del Ministerio de Cultura), se encuentra todavía sin un acuerdo claro. De hecho, con la resolución judicial por el pleito entre el ministerio y la constructora al caer, el BNG considera que Cultura está negociando la transfe rencia a la baja por causa de la posible indemnización que tendrá que abonar a la empresa. Así las cosas, la Xunta está presionando en las negociaciones para que el ministerio ceda una bolsa de vinculación de siete millones de euros para recuperar parte de los nueve millones perdidos durante los últimos cuatro años (debido al bloqueo de las obras) y poder así retomar los trabajos durante este año. De hecho, la transferencia contempla el coste del remate del proyecto y su mantenimiento, que tendrá que asumir el Gobierno.
Asimismo, fuentes del BNG municipal advierten que si no fructifican las negociaciones en la comisión mixta, estudian la posibilidad de solicitar la reversión parcial del claustro. Esto supondría desvincular el monumento (declarado Bien de Interés Cultural en 1923) del complejo, asumiendo su restauración y gestión el propio Concello, que podría ir encaminada a la creación de un hotel de lujo, al estilo de Paradores, para el turismo cultural y de congresos, con la creación, también, de una sala de exposiciones permanente.
