Coren, pendiente de saber “quién controlará el Mar Negro”

El Grupo Coren observa con preocupación cómo avanza la guerra en Ucrania, ya que de este país importa gran parte de las 60.000 toneladas de grano (principalmente maíz, trigo y  cebada) que cada mes emplea para alimentar a sus animales. El director general de la compañía, Emilio Rial, expresó ayer su inquietud por conocer “en manos de quién va a quedar el Mar Negro, que es la zona de entrada a la Europa del sur”.

En este mar se encuentran grandes puertos como el de Odesa, “que es desde donde se cargan la mayor parte de los cereales para el sur de Europa, pero este puerto fue bombardeado en los primeros días de la guerra,  y la consecuencia es que ninguna multinacional se atreve a cargar allí porque le puede caer un misil encima”.

Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU retomaron ayer en Estambul las conversaciones para encontrar una salida a la crisis de los cereales ucranianos bloqueados en los puertos del mar Negro, sin que haya trascendido hasta el momento más información sobre los posibles acuerdos.

Rial detalló que la solución en el corto plazo pasa por “buscar alternativas” en nuevos mercados, como los americanos. “Europa ahora entró en razón y se está permitiendo la importación de maíz americano y argentino. Nosotros hemos hecho alguna importación de maíz canadiense, y hay también hay en el norte de Europa, en países como Polonia, Lituania, Rumanía o República Checa”, aseguró. La compañía también salvó los primeros meses de guerra gracias a un barco que pudo ser cargado en Polonia, aunque “un barco no soluciona la circunstancia”. 

Además del abastecimiento, el otro gran problema de Coren son los precios, ya que algunos cereales llegaron a duplicar su precio a lo largo de los últimos meses.

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