EN ESTADO DE ALARMA

Coronavirus en Ourense | Las panaderías: “Nós mantemos o servizo, expostos a todo o que veña"

Montse Sal despacha a una clienta desde la distancia de seguridad marcada por Sanidad (LB).
photo_camera Montse Sal despacha a una clienta desde la distancia de seguridad marcada por Sanidad (LB).
Montse Sal trabaja en la panadería Panrey, para que el pan no falte en casa

El pan no falta en las mesas de las familias ourensanas durante el confinamiento. Desde que se decretó el estado de alarma, el trabajo de las panaderías se convirtió en indispensble para los ciudadanos en estos días. "Nós aquí seguimos mantendo o servizo, expostos ao que veña", cuenta Montse Sal, que despacha en la panadería Panrey de Reboredo, en el concello de San Cibrao das Viñas. 

La situación de crisis actual ha disparado el consumo de este producto, incluso de los pedidos de empanadas. "O sábado, cando estábamos comezando con todo esto, as once da mañá quedei sin pan e tiveronme que cocer máis no forno", recuerda Sal. La encargada de la panadería cree que esto ocultaba un motivo detrás: "A xente dos pobos debeu comprar moito pola incertidume e levouno pa conxelar", opina. Ante esto, el volumen de pan que envían cada dia desde el horno ha crecido: "Xa estamos precavidos ante a demanda".

Aunque la venta se ha resentido por un lado, ya no abastecen a los locales de hostelería, se ha incrementado por otro lado. "Perdeuse o que se vendía os bares, pero nos despachos e nos supermercados estase facendo moito máis ca antes", cuenta Sal. 

Las medidas de seguridad no faltan es este establecimiento, para seguir con las recomendaciobes que marca Sanidad. Un cartel en la puerta ya indica la forma correcta de acceder al interior: formando una cola y guardando la distancia. "Puxen unha cinta para marcar os metros necesarios de sepración dende o mostrador aos clientes, temos luvas e mascarillas", señala Sal, Toda precaución es poca y los clientes siguen a raja tabla las medidas adptadas dentro de la panadería Panrey. 

Medidas de seguridad

El pago, que no se puede efectuar con tarjeta, también se suma a las medidad de seguridad que sigue en la panadería: "Cobro cas luvas, pero o pan cólloo a maiores con outra protección por enriba", comenta. Pese a todo, dispone de desinfectante que no duda en emplear durante su jornada laboral. "Lavo as luvas cada pouso con lixivia para que estén desinfectadas", afirma.

La proximidad de este despacho al Poligono de San Cibrao le permite cubrir una necesidad que el estado de alarma abrió entre los camioneros. "Non teñen onde para a comer e veñen aquí por pan para bocadillos ou levan unha empanada", cuenta Sal. Esta nueva clientela carece cada día de establcimientos en los que poder comer y las panaderías son sus aliados en esta crisis. La empanada también forma parte de los menú de cuarentena de los ourensanos, que no dudan en comprar cuando acuden a por el pan: "Un rapaz encargoume catro e tenas apartadas ata que veña por elas", explica Sal sobre uno de los pedidos de ayer.

Dentro de la panadería también disponen de venta de chucherías y chicles, pero los niños ni se asoman. "Non veñen, os pais deixanos na casa porque hai medo", cuenta. Una de sus clientas ha dejado de ir en las últimas semana y envía cada día a su nieta. "É unha señora maior con problemas de saúde e quédase na casa para evitar un contaxio", explica Sal. Infectarse también es una preocupación:  "Dependemos do forno, se alguén o colle pode chegar ata aquí polos repartidore", apunta. 

Te puede interesar