Los profesionales del sector optan por buscar nuevos ámbitos de trabajo ante la disminución de la actividad privada

La crisis multiplica la competencia de arquitectos en concursos públicos

Proyectos más pequeños, nuevos nichos de actividad antes descuidados, presentarse a concursos públicos, opositar o incluso plantearse la búsqueda de trabajo fuera son las principales vías que eligen los arquitectos ourensanos ante la fuerte repercusión de la crisis en el sector.
'Antes éramos menos y ahora muchos más, y el trabajo no creció en la misma medida que el número de profesionales', comenta José Jaime Vázquez, uno de los profesionales veteranos en Ourense, que explica que la situación 'es mala', porque la mayoría de los arquitectos viven del trabajo privado y 'no hay confianza por parte de los promotores'. Esto hace que los profesionales recurran más a concursos de la Administración o busquen nuevos ámbitos de trabajo, aunque también hay otros que aprovechan para adquirir más formación o preparar oposiciones. Plantea, asimismo, que se potencie la presencia de arquitectos en los Ayuntamientos. Pero, en todo caso, la situación está obliga a los estudios a recortar gastos o incluso a prescindir de trabajadores contratados.

El arquitecto Manuel Álvarez también sostiene que lo fundamental es que se reactive la economía para que se pueda dar salida a la vivienda que hay sin vender y se dinamice la actividad privada. Apunta, igualmente, que la obra pública es escasa y, aunque se incrementase, no cubriría la escasez de trabajo del colectivo. Por ello, explica que los profesionales afrontan la crisis reduciendo a gastos o buscando otros trabajos -como obras más pequeñas, informes o valoraciones- pero considera necesario también 'abrir el abanico en sectores anexos, no sólo en el trabajo de estudio', manifiesta.

Los arquitectos más jóvenes recalcan que ya no vivieron los tiempos de bonanza, como Pablo Noya y Daniel López, que comenzaron su carrera profesional hace cinco años y crearon su estudio hace cuatro. Empezaron con obra pública, ya que los promotores suelen contratar la privada a otros que ya conocen. Ahora siguen dedicados a ella, 'pero hay poquísima. No es que la crisis esté sólo en lo privado', apunta Daniel López. De hecho, en los concursos creció la competencia y estudios que antes no optaban a ellos ahora sí se presentan. Como ejemplo, señalan que el primer concurso que lograron fue el de viviendas de protección oficial en Luintra y competían con otras ocho empresas, mientras que en el caso del colegio de Sigüeiro, que acaban de ganar, fueron ya 41. Además, han están optando por presentarse a concursos fuera de Galicia (Asturias o Castilla y León).

El futuro inmediato, lo ven difícil. 'Para la profesión es un momento crítico y no hay expectativas de mejora a corto o medio plazo. Las cosas tienen que cambiar mucho', apuntaba Pablo Noya, particularmente porque muchos profesionales que estaban trabajando en estudios se han quedado sin trabajo. Otros se están derivando a actividades, como el diseño. Ayer mismo habían quedado con un becario que trabajó en su estudio y que, a punto de acabar la carrera, quería pedirles consejo y tenían 'clarísimo' qué le iban a decir. 'Opositar o emigrar', señalaban.'Es triste, aunque es un buen momento para que la gente que no tiene ataduras pruebe fuera'.

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