Cuando emprender es tu única opción

En el bajo de su casa familiar, Lorena Quintas cuenta con su particular oficina, una tienda-taller que estos días cumple un año de vida. Pero el camino hasta aquí no fue fácil. De niña le diagnosticaron artritis, una patología que primero redujo su movilidad y luego su visión. “Hai dez anos que quedei cega e tiven que volver a aprender a facelo todo outra vez”, recuerda. 

Pese a su título en Ciencias Empresariales, la búsqueda de trabajo fue infructuosa. “Non sei noutros casos, pero eu non atopei nada, pese a estar moi formada. Primeiro só tiña a discapacidade física, pero logo, ao perder a visión, encontrar traballo xa era unha cousa imposible”, asegura. 

Entonces, apareció la artesanía. “No 2015, máis ou menos, fixen uns cursos na Once, e aí coñecín esta técnica de pintura con fíos de cores”, apunta. Durante meses siguió practicando en casa, perfeccionando la técnica y aprendiendo nuevas formas de aplicarla, hasta crear su propia marca, Xogo de Fíos. “Foi despois cando empecei a ir a feiras de artesanía, pero claro, son moitas horas, hai que levar todo o material, montalo todo e sempre dependes de como vaia o día”, relata. La pandemia supuso un nuevo golpe -“houbo dous anos de non poder ir a feiras”-, pero siguió invirtiendo tiempo en su proyecto. Y en diciembre del pasado 2022, decidió abrir su propia tienda-taller en casa, en la aldea de Outeiro de Laxe (Allariz). 

Reconoce que está “moi contenta” con el resultado, aunque habla de las dificultades. “Para ser un proxecto de artesanía no rural, non me queixo. Como temos aquí ao lado o Castro de Armea, téñenme vido varias excursións”, señala. 

Emprender no estaba en su cabeza al acabar la carrera, pero fue su única opción para trabajar. “Non tiña nin idea de que ía terminar emprendendo, e non foi unha cousa dun día para outro, pasaron 15 anos”, explica. En esa línea, reivindica la importancia de lograr una inserción laboral real en las personas con discapacidad.

Su artesanía
La técnica que utiliza Quintas permite colorear imágenes a través de hilos, a los que luego aplica un esmalte. “Como eu tiven visión, sei as cores que quero e como me parece que quedarían ben, simplemente preciso de alguén que me diga de que cor é cada fío, para utilizalos como quero”, detalla. En soportes como cuadros, marcapáginas, platos de pulpo o bolsas de tela crea imágenes con motivos variados: desde un atardecer en la Savana hasta Frida Kahlo o la silueta de las Islas Cíes.
photo_camera La artesana Lorena Quintas, impulsora del proyecto Xogo de fíos, posa en su tienda, en Outeiro de Laxe (Allariz).
La búsqueda de trabajo de Lorena Quintas no le ofreció ningún resultado, por lo que buscó una alternativa y con su título en Ciencias Empresariales, montó su propio proyecto en Allariz

En el bajo de su casa familiar, Lorena Quintas cuenta con su particular oficina, una tienda-taller que estos días cumple un año de vida. Pero el camino hasta aquí no fue fácil. De niña le diagnosticaron artritis, una patología que primero redujo su movilidad y luego su visión. “Hai dez anos que quedei cega e tiven que volver a aprender a facelo todo outra vez”, recuerda. 

Pese a su título en Ciencias Empresariales, la búsqueda de trabajo fue infructuosa. “Non sei noutros casos, pero eu non atopei nada, pese a estar moi formada. Primeiro só tiña a discapacidade física, pero logo, ao perder a visión, encontrar traballo xa era unha cousa imposible”, asegura. 

Entonces, apareció la artesanía. “No 2015, máis ou menos, fixen uns cursos na Once, e aí coñecín esta técnica de pintura con fíos de cores”, apunta. Durante meses siguió practicando en casa, perfeccionando la técnica y aprendiendo nuevas formas de aplicarla, hasta crear su propia marca, Xogo de Fíos. “Foi despois cando empecei a ir a feiras de artesanía, pero claro, son moitas horas, hai que levar todo o material, montalo todo e sempre dependes de como vaia o día”, relata. La pandemia supuso un nuevo golpe -“houbo dous anos de non poder ir a feiras”-, pero siguió invirtiendo tiempo en su proyecto. Y en diciembre del pasado 2022, decidió abrir su propia tienda-taller en casa, en la aldea de Outeiro de Laxe (Allariz). 

Reconoce que está “moi contenta” con el resultado, aunque habla de las dificultades. “Para ser un proxecto de artesanía no rural, non me queixo. Como temos aquí ao lado o Castro de Armea, téñenme vido varias excursións”, señala. 

Emprender no estaba en su cabeza al acabar la carrera, pero fue su única opción para trabajar. “Non tiña nin idea de que ía terminar emprendendo, e non foi unha cousa dun día para outro, pasaron 15 anos”, explica. En esa línea, reivindica la importancia de lograr una inserción laboral real en las personas con discapacidad.

Su artesanía

La técnica que utiliza Quintas permite colorear imágenes a través de hilos, a los que luego aplica un esmalte. “Como eu tiven visión, sei as cores que quero e como me parece que quedarían ben, simplemente preciso de alguén que me diga de que cor é cada fío, para utilizalos como quero”, detalla. En soportes como cuadros, marcapáginas, platos de pulpo o bolsas de tela crea imágenes con motivos variados: desde un atardecer en la Savana hasta Frida Kahlo o la silueta de las Islas Cíes.

Te puede interesar