David Álvarez, que ayudó en el accidente de San Cibrao: “Me subí al camión y le hablé al herido sin parar”

El teniente Nogueiras con David Álvarez.
photo_camera El teniente Nogueiras con David Álvarez.
La Guardia Civil entregó ayer una carta de agradecimiento a David Álvarez, un camionero que logró que un herido grave llegase con vida al hospital al intervenir en un accidente el 9 de febrero. Ahora son amigos. “Es lo que me gustaría que hiciesen por mí”, afirma.

David Álvarez es camionero. Cuando el 9 de febrero conducía por la N-525, a la altura de San Cibrao, se encontró con un accidente muy aparatoso. Sin pensarlo, detuvo su coche para intervenir.  Se trataba de un siniestro entre tres vehículos.  Un tráiler articulado de grandes dimensiones invadió el carril contrario  -al parecer por el reventón de una rueda- y chocó frontalmente a su paso con una furgoneta y un turismo. El camión llevaba una carga pesada de arena y grava, y quedó volcado. David no dudó: “Paré, puse el freno de mano y fui allí, simplemente es lo que me gustaría que hiciesen por mí si me pasase algo parecido”, dice.

Lo primero que vio fue una patrulla accidentada y, tras ella, un camión que echaba humo: “Intenté entrar. El lado izquierdo estaba lleno de maleza, así que usé el derecho, pero cuando alcé la vista vi otra furgoneta. Me llevé las manos a la cabeza, había muchos implicados. Fui a ver al conductor, le grité, le toqué, pero no respondía, estaba muerto”, recuerda.

Estado en el que quedó el camión accidentado en San Cibrao (Foto: Miguel Ángel).
Estado en el que quedó el camión accidentado en San Cibrao (Foto: Miguel Ángel).

Entonces, decidió volver al camión y ayudar al único ocupante, que sí respondía. “Tenía una pierna atrapada, no podía moverse. Me subí, desconecté la batería y fui hasta él. Le limpié la sangre de la cabeza y los brazos. Le hablé, le pregunté su nombre y por su familia, una y otra vez hasta que llegó la ambulancia”, explica. “Cuando llegaron, yo estaba subido a la cabina. Me mandaron bajar, pero me negué. Hasta que el hombre no saliese de ahí yo no me pensaba mover”, añadió. Así evitó que se quedase dormido y le salvó la vida

Tras la brutal experiencia que vivieron juntos, herido y afectado no perdieron el contacto. David fue a visitarle al hospital en dos ocasiones, “ahora somos como amigos, pero no me tiene que agradecer nada, somos personas y en una situación así es bueno que alguien te eche una mano”, reflexiona. Por su intervención, la Guardia Civil de Tráfico le entregó ayer una carta agradeciendo “su gran sentido de la humanidad”. 

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