Una vez ingresó en prisión el hijo del matrimonio asesinado en Taboadela, como presunto autor de las muertes, su letrado presentó ante el Juzgado de Instrucción número 3 una solicitud para permitir el acceso al sumario, y así sortear la indefensión actual del acusado, que ignora las diligencias instruidas y los posibles indicios en su contra.
Apenas doce horas después que la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 decretase el ingreso en prisión de José Miguel Martínez Campos como presunto autor de la violenta muerte de sus padres, su letrado movió ficha. Alfonso Pazos Bande, abogado con experiencia penalista, presentó ante el Juzgado un escrito demandando, sin más demoras, alzar el secreto de las diligencias para que la defensa pueda ejercitar los derechos de los que es titular.
Pazos consideró que, ante la gravedad de una imputación por dos delitos de homicidio, y frente al secreto acordado en torno al sumario, se lesiona el derecho de mi representado a la tutela efectiva de los Jueces. La imposibilidad de conocer las circunstancias en las que se ha basado la juez para dictar el pasado jueves, al borde de la madrugada, prisión provisional comunicada y sin fianza para José Miguel Martínez Campos, conduce a la indefensión de éste, a la vez empaña las garantías del proceso, que señala su letrado.
Ello se traduce en que la defensa ignora desde los indicios que haya podido recabar la Guardia Civil, a las declaraciones que haya podido realizar María Rosa Rodríguez, detenida como presunta encubridora, y que el jueves quedó en libertad con cargos después de admitir que en su momento mintió para ofrecer coartada Martínez Campos, prueba de cargo para imputarlo. En concreto, había afirmado que el pasado 25 de abril, cuando fueron tiroteados los padres del detenido, éste se encontraba con ella en Maceda. Mantener inaccesible las diligencias, según consta en el escrito acosa, asimismo, la presunción de inocencia, añade.
La solicitud de la defensa, presentada a última hora de la mañana, no será resuelta por la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, probablemente hasta los primeros días de la próxima semana.
A lo largo de la mañana de ayer desfilaron por el despacho de la juez encargada de la investigación de este caso, varios miembros de la Unidad Central Operativa (UCO), órgano de la policía judicial a través del cual la Guardia Civil investiga asuntos de compleja resolución.
Este lo es. Los cadáveres del matrimonio formado por José Martínez, de 65 años, y su esposa Teresa Campos, de 63, fueron hallados muertos por su hija en el patio de la vivienda familiar en Amendo (Taboadela). El cuerpo del hombre presentaba un impacto de bala en el cuello, y el de su esposa dos en la cabeza. Los investigadores todavía no han podido dar con el arma del crimen. El detenido siempre ha negado su implicación.
Un gabinete técnico examinó al detenido
Pasada, sin ninguna incidencia al respecto, su primera noche en la prisión de Pereiro de Aguiar, a la que fue conducido a última hora del el jueves, José Miguel Martínez Campos, de 37 años de edad, fue atendido en el día por un gabinete técnico del que forman parte un médico, un educador y un psicólogo, sobre cuyo informe se decidiría posteriormente el módulo que debe asignársele, según informaron fuentes del centro penitenciario.
Pazos consideró que, ante la gravedad de una imputación por dos delitos de homicidio, y frente al secreto acordado en torno al sumario, se lesiona el derecho de mi representado a la tutela efectiva de los Jueces. La imposibilidad de conocer las circunstancias en las que se ha basado la juez para dictar el pasado jueves, al borde de la madrugada, prisión provisional comunicada y sin fianza para José Miguel Martínez Campos, conduce a la indefensión de éste, a la vez empaña las garantías del proceso, que señala su letrado.
Ello se traduce en que la defensa ignora desde los indicios que haya podido recabar la Guardia Civil, a las declaraciones que haya podido realizar María Rosa Rodríguez, detenida como presunta encubridora, y que el jueves quedó en libertad con cargos después de admitir que en su momento mintió para ofrecer coartada Martínez Campos, prueba de cargo para imputarlo. En concreto, había afirmado que el pasado 25 de abril, cuando fueron tiroteados los padres del detenido, éste se encontraba con ella en Maceda. Mantener inaccesible las diligencias, según consta en el escrito acosa, asimismo, la presunción de inocencia, añade.
La solicitud de la defensa, presentada a última hora de la mañana, no será resuelta por la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, probablemente hasta los primeros días de la próxima semana.
A lo largo de la mañana de ayer desfilaron por el despacho de la juez encargada de la investigación de este caso, varios miembros de la Unidad Central Operativa (UCO), órgano de la policía judicial a través del cual la Guardia Civil investiga asuntos de compleja resolución.
Este lo es. Los cadáveres del matrimonio formado por José Martínez, de 65 años, y su esposa Teresa Campos, de 63, fueron hallados muertos por su hija en el patio de la vivienda familiar en Amendo (Taboadela). El cuerpo del hombre presentaba un impacto de bala en el cuello, y el de su esposa dos en la cabeza. Los investigadores todavía no han podido dar con el arma del crimen. El detenido siempre ha negado su implicación.
Un gabinete técnico examinó al detenido
Pasada, sin ninguna incidencia al respecto, su primera noche en la prisión de Pereiro de Aguiar, a la que fue conducido a última hora del el jueves, José Miguel Martínez Campos, de 37 años de edad, fue atendido en el día por un gabinete técnico del que forman parte un médico, un educador y un psicólogo, sobre cuyo informe se decidiría posteriormente el módulo que debe asignársele, según informaron fuentes del centro penitenciario.
