Los ciclos formativos atraen cada vez a más titulados universitarios, que ven más opciones laborales en ellos que en su formación académica

La demanda para cursar FP se dispara desde el inicio de la crisis

Un estudiante de Mecánica en el IES de Ribadavia. (Foto: MARTIÑO PINAL)
En los últimos años ha crecido la demanda de los jóvenes ourensanos por la Formación Profesional.
Las dificultades económicas han hecho que muchos contemplen el aprendizaje de un oficio como una vía de futuro, incluso quienes en un primer momento consideraron más adecuadas para su formación las aulas universitarias. En esta subida de alumnos matriculados coinciden los responsables de los dos centros integrados de FP con que hoy cuenta la provincia: A Farixa y Portovello (también lo es el Santa María Europa, pero su docencia está destinada a personas desempleadas). Todo ello a falta de que la Consellería de Educación disponga -comenzado ya el segundo trimestre- de los datos desglosados por provincias y especialidades.

En el primer caso, lo habitual hace aproximadamente dos cursos era que los ciclos formativos sumasen alrededor de 300 alumnos. Hoy, en A Farixa rondan los 480 y los 11 módulos que componen su oferta educativa han colgado el cartel de completo. En uno de ellos, el de Fútbol Sala, unos 70 alumnos tuvieron que ser rechazados por límite de plazas, pero esta es una situación que se ha dado en todos los ciclos de A Farixa, a pesar de que en distinto grado.

También algunas ofertas han quedado completas en el Portovello, pero el cómputo global no le desmerece, puesto que la matrícula media ronda el 90%. El actual es el segundo curso en el que el centro imparte exclusivamente enseñanzas de Formación Profesional, después de que las modalidades de ESO y Bachillerato fuesen trasladadas al IES As Lagoas. El recinto, ubicado en el barrio del mismo nombre, acoge este año a 870 estudiantes, una cifra que supone alrededor de 230 más que el año pasado, si bien hay que tener en cuenta que 'non tiñamos oferta a distancia e este curso tivemos que desdobrar módulos coma o de Educación Infantil ou o de Administración e Finanzas', tal y como explica el director del Portovello, Abel Ocampo, que asegura que son esos los dos ciclos más demandados, junto a las dos modalidades que imparten relacionadas con el Comercio.

El responsable del Portovello no sólo percibe un incremento por el interés formativo en el centro que dirige, sino que 'está subindo en xeral, entre outras cousas porque no mercado a xente non ten traballo'. Esa falta de perspectivas laborales es lo que está provocando que cambie en cierta medida el perfil del estudiante que se matricula en ciclos formativos y ahora incluye muchas personas en posesión de un título universitario, según reconocen los propios profesores.


TAMBIÉN EN LOS INSTITUTOS

Pero la demanda por la Formación Profesional no sólo está experimentando un incremento en los centros exclusivos, sino que también los institutos de la provincia, que combinan su docencia con la de ESO y Bachillerato, así lo perciben. En el Lauro Olmo de O Barco de Valdeorras la subida más fuerte se produjo hace dos años, explica la jefa de estudios, Amparo Quiroga. Son 161 personas en la actualidad, una media de 20 estudiantes por curso, y triunfa sobre los demás el ciclo de atención a personas dependientes. De hecho, 'incluso hay gente que ya trabaja y ahora necesita un título para continuar', en palabras de Quiroga. En cualquier caso, el mayor éxito del centro barquense le corresponde a los cursos destinados a que los adultos obtengan el graduado de Secundaria, a donde actualmente acuden más de 110 personas de la comarca.

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