POLICÍA

Demetrio Martínez: ‘El rencor está detrás del robo de armas'

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photo_camera Demetrio Martínez Gónzalez, en un acto oficial. (JOSÉ PAZ)

El nuevo jefe accidental de la Comisaría dice que la desaparición se resolverá de forma inmediata

Tras 44 en la Policía Nacional y justamente el día en que cumplió 65 años, el comisario jefe de Ourense, Amable Valcárcel, se despidió ayer de toda la plantilla de la Comisaría de As Lagoas aprovechando su última jornada de trabajo previa a la jubilación. A partir de hoy se hará cargo de la organización interna de forma provisional (accidental) el inspector jefe más veterano del organigrama, Demetrio Martínez, hasta la fecha responsable de la unidad de Policía Judicial y con 40 años de experiencia en el cuerpo.

De hecho, Martínez ya acudió ayer en representación de la Policía Nacional de Ourense a la Delegación del Gobierno de Galicia, en A Coruña, con motivo de la toma de posesión de Manuel Vázquez como jefe superior de Policía de Galicia, un acto que estuvo presidido por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez; por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y por el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. Y, según pudo comocer allí mismo, por ahora no hay nadie posicionado para acudir a Ourense como comisario.

La plaza que deja Valcárcel es de libre designación entre aquellos que muestren interés por la vacante y a la que sólo pueden optar policías con la categoría de comisario (no hay ninguno ahora en la plantilla ourensana). La interinidad de Demetrio Martínez no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo durará (en la comisaría de Pontevedra estuvieron un año sin cubrirla).

El nuevo comisario accidental asume esta nueva etapa en las postrimerías de su carrera con "responsabilidad". Licenciado en Derecho y especialista en Criminología, comenzó su carrera profesional en el País Vasco en unidades de investigación antiterrorista. Posteriormente, pasó por Avilés y Marín antes de llegar a Ourense, en donde dirigió el grupo operativo de estupefacientes durante 15 años para después dirigir la unidad de Policía Judicial durante esta última década.

Su objetivo más inmediato, según confesó ayer, es "la resolución de forma inmediata y contundente del robo de armas de la Comisaría". Según asegura, una sustracción atribuida al mismo policía "que envió los anónimos a los medios de comunicación y a Asuntos Internos".

Martínez asegura que la actuación de ese agente estuvo movida por "el rencor, al no verse cumplidos sus caprichos, queriendo perjudicar a la Comisaría, especialmente al jefe de policía y al responsable del armamento y encargado de custodiar el búnker".

El nuevo responsable policial, quien trabajó muchos años como jefe de drogas, cree que el único equívoco que cabe imputarles a los cuatro agentes investigados, incluido el inspector jefe que dirigía la unidad, en la llamada operación Zamburiña, "es el exceso de celo en su trabajo y cierta inexperiencia en el trato con confidentes". De hecho, recuerda que "la investigación no prueba de ninguna manera que hubieran favorecido u obtenido lucro con el tráfico de drogas".

Asimismo, entresaca como prioridad la resolución del asesinato de Socorro Pérez, la mujer de O Couto que mataron el 2 de mayo del pasado año cuando salió a correr por el alto del Seminario. Los investigadores siguen la pista de un agresor sexual que golpeó a la víctima en la cabeza con una piedra (estaba de pie, según los forenses) antes de violarla.

Otro de sus objetivos es mantener la tendencia a la baja en el número de infracciones penales en Ourense. Una ciudad que, tal como recuerda, "es la cuarta más segura de España, tanto por el número de delitos como por el esclarecimiento de los mismos". n
 

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