El éxodo rural, el declive demográfico y la crisis obliga a los pequeños municipios a plantearse nuevas fórmulas de cooperación o unificación para mantener los servicios sociales básicos

La densidad de población se hunde en el 87% de los concellos

Al imparable descenso demográfico y éxodo hacia la ciudad, se ha unido una crisis económica que está asfixiando las arcas de los municipios rurales. Por eso, de los 92 concellos en los que está dividido el territorio ourensano, tan sólo 14 superan el grado de zona con densidad poblacional baja (menos de cien habitantes por kilómetro cuadrado), según apuntan los últimos datos aportados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).
O Barco, O Carballiño, Barbadás (gracias a A Valenzá), Verín, Ourense, San Cibrao, Verín, Maside y Vilamartín (estos dos últimos porque su superficie municipal es muy pequeña) son los únicos concellos con más de 500 habitantes por km2; mientras que Allariz, Celanova, Petín, Ribadavia, A Rúa y Xinzo de Limia cuentan con una población por km2 superior al centenar (una densidad poblacional intermedia). Es la comarca Terra de Celanova la que perdió más población en la última década, 2.359 habitantes.

Son unas cifras que contrastan con la de los territorios costeros de Pontevedra y A Coruña, donde la densidad poblacional de casi la mitad de los concellos está clasificada como 'intermedia' o 'alta'. Tienen ciudades medias, además de la capital, pero no es el caso de Ourense. En la ciudad de As Burgas vive cerca de un tercio de la población total provincial (108.673 habitantes de los 333.208 ourensanos), lo que crea serias dificultades para mantener los servicios públicos en el medio rural.

Esta situación está obligando a los pequeños concellos a buscar nuevas fórmulas de cooperación supramunicipales o, incluso, a replantearse la fusión administrativa con municipios limítrofes. El portavoz del PP en la Diputación y alcalde de Muíños, Plácido Álvarez, reconoce que actualmente existe demasiada 'dispersión' por lo que se hace necesario abrir 'a medio prazo un debate serio e sen demagoxias' sobre el agrupamiento de concellos. Mientras tanto, considera imprescindible 'redefinir as competencias da Deputación en materia de dotación de servizos ós pequenos concellos para abaratar custes e mellorar a asistencia'.


UNIR SERVICIOS

La unificación de servicios y la revisión del sistema de financiación local para otorgar más autonomía a los concellos son las propuestas con las que batallarán los nacionalistas para 'igualar en dereitos e servizos as poboacións rurais e urbanas'. Xoán Jardón, portavoz del BNG en la Diputación y alcalde de Vilar de Santos, critica que las políticas públicas 'prioricen as zonas urbanas en detrimento do rural', lo que provoca un éxodo cada vez mayor hacia la ciudad.

Sin embargo, desde el BNG provincial rechazan, 'en principio', la agrupación de concellos en mancomunidades debido a las malas experiencias del pasado, que mostraron su 'ineficacia pola pouca capacidade para chegar a acordos conxuntos'. Una visión similar a la que sostienen desde el grupo popular y socialista.

En lo que también coinciden los tres principales grupos políticos es en la necesidad de abrir un debate de fondo y 'apartidista' para evitar que se sigan recortando servicios básicos en el rural. 'É evidente a disfunción social que se está creando e que nos pode obrigar a pechar servizos gratuitos como o centro médico, a gardería ou a biblioteca, que mantemos grazas a un inxente esforzo e contención económica', alerta Álvarez.

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