El desbordamiento del río Támega a su paso por Verín obligó a rescatar a cinco personas y anegó casi 40 bajos y viviendas

Descarrila un tren con 57 pasajeros a bordo en las cercanías de la ciudad

El caudal del Támega inundó varias viviendas, bajos y fincas en la zona verinense de A Noria. (Foto: MARCOS ATRIO)
La ciclogénesis explosiva Gong provocó ayer el desbordamiento de los ríos ourensanos, que inundaron viviendas y cortaron carreteras, aunque en la noche de ayer sólo presentaban problemas a la circulación la OU-540, en Bande (sólo estaba abierto un carril en el kilómetro 46,5), la OU-504, en San Cristovo de Cea, la que enlaza Castro Caldelas y Lugo, la OU-113 (Verín-Laza-Vilar de Barrio) y la OU-536 (Ourense-Trives).
El incidente más grave de la jornada lo protagonizó el tren Alvia que cubre la ruta Madrid-Pontevedra, que descarriló a un kilómetro de Barbantes (Cenlle) a causa de un desprendimiento de piedras sobre la vía férrea por causa del temporal. El accidente se produjo a las 21,15 horas, cuando el convoy se dirigía a Pontevedra con 57 pasajeros a bordo, sin que ninguno de ellos resultase herido, según dieron a conocer en Renfe. Los viajeros fueron trasladados en otro tren hasta la estación Empalme de Ourense, desde donde continuaron camino en autobús hasta sus lugares de destino.

El tren acababa de salir de la estación ourensana, en la que se apearon 11 personas. El viaje, según Renfe, estaba siendo 'normal' hasta que el convoy rebasó Outariz y Santa Cruz de Arrabaldo, donde se encontró con una gran cantidad de piedras, que habían caído desde la ladera del monte, provocando el descarrilamiento de un eje de la locomotora y el primero de los vagones, que, según explicaron en Renfe, quedaron inclinados sobre la ladera.

Al lugar acudieron de inmediato varias ambulancias, la Policía Local y Protección Civil de Ourense ante el temor de que alguno de los pasajeros resultase herido, pero, según explicaron en Renfe, ninguno precisó asistencia médica.

La compañía movilizó otro tren, que trasladó a los viajeros a la estación de la ciudad, al tiempo que era retirada la máquina siniestrada.


RESCATE EN VERÍN

Mientras, la Guardia Civil y los bomberos de Monterrei tuvieron que rescatar a un matrimonio y su hijo menor de su vivienda, situada entre Vilela (Verín) y A Pousa (Monterrei), al desbordarse el río Támega. La familia no podía salir de su casa -estaba rodeada por más de un metro de agua- y los bomberos se encargaron de evacuar al menor al tiempo que la Guardia Civil solicitaba al Concello verinense la máquina retroexcavadora para auxiliar a la pareja. 'El conductor alzó el cazo que tiene la máquina hasta una ventana y evacuamos al matrimonio hasta tierra firme', apuntó el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán.

Aguas abajo, en la zona de A Noria (Verín), los efectivos de emergencia tuvieron que rescatar a otros dos menores del interior de una vivienda. Con ellos estaban sus padres, pero estos optaron por quedarse en el interior del inmueble.

El río Támega, según datos ofrecidos por la Guardia Civil, inundó 38 bajos de viviendas y negocios industriales. Además, el caudal discurría descontrolado desde Laza hasta Portugal, anegando fincas y explotaciones ganaderas. El grupo de gobierno de Verín editó un bando recomendando a la población que no consumiera el agua de la traída 'porque la captación está en el río y el agua arrastra mucha materia orgánica', explicó el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán.

El temporal también inutilizó una de las dos captaciones que tiene O Barco en el río Sil para abastecer a la población.

El Bubal inundó la Alameda de Vilaza (Monterrei) y en A Limia se formaban grandes lagos, que impedían el acceso a nueve granjas.


INUNDACIONES

Los ríos Arnoia, Sil, Miño, Limia y Arenteiro también se desbordaron. El elevado caudal del Arnoia cortó la carretera que une Vilar de Barrio con Maceda y mantenía inundado el balneario de Baños de Molgas, así como los bajos de tres viviendas y el área de recreo. Este río también se desbordó en Allariz e inundo varios restaurantes, parte del Museo do Coiro y bajos de viviendas situadas en la carretera de Celanova y frente al Festival de Xardíns, en el parque de Portovello. 'A auga lles chegou a través das canalizacións que tiñan cara ó río', explicó el concejal de Medio Ambiente, Bernardo Varela.

El Concello de Ribadavia cerró el área de recreo de A Veronza y el puente de A Quinza al quedar completamente anegados por el agua.

En Carballiño, Protección Civil tuvo que retirar dos árboles caídos en las carreteras de Sagra y Godás. Además, se mantiene cerrado al paso el túnel de la calle Serra Martiñá, al estar anegado de agua.

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