El impacto de la inflación también se deja ver en las campañas navideñas de las entidades sociales ourensanas. Si bien la población no ha dejado de participar en las iniciativas, las aportaciones se han reducido a causa del incremento generalizado de los precios (un 3,4% desde hace un año, según datos del Instituto Nacional de Estadística). La Operación Quilo de Amencer cerró con una tonelada y media menos de alimentos recogidos en comparación con 2022, y desde el Banco de Alimentos de Ourense (BAO) hablan de un descenso del 20% en las donaciones en los últimos años, una caída común a toda España. “A xente dá o que pode, e nós estamos moi agradecidos da colaboración dos ourensáns en todas as nosas campañas”, apunta Cecilio Santalices, presidente del Banco. “A poboación segue sendo moi solidaria, pero é certo que a clase media está en crise, así que en vez de aportar tres alimentos ou xoguetes, aportan un”, detalla Xulio César Iglesias, director de la asociación juvenil Amencer.
Las cifras hablan por sí solas. Pese a la caída de las donaciones, Amencer repartió el pasado viernes 7,9 toneladas de alimentos; 5,6 de juguetes, y 7,2 de ropa. En total, más de 1.500 familias ourensanas en situación de vulnerabilidad se vieron beneficiadas de la Operación Quilo. El BAO recibió solo en las dos últimas semanas más de 5,4 toneladas de alimentos gracias a la colaboración de asociaciones culturales y vecinales, empresas e iniciativas benéficas. Por su parte, Cruz Roja, en el marco de su tradicional campaña de recogida de juguetes en multitud de puntos de la provincia, espera entregar regalos navideños a 600 niños, una cantidad similar a la del 2022. Está claro: la solidaridad sigue en pie, aunque desciendan las aportaciones. “Todos intentamos poner un granito de arena, y se nota. A lo mejor la gente ayuda un poco menos, pero sigue participando”, asegura Manuel Ribao, presidente del Rotary Club de Ourense.
En Navidad
Aunque las entidades sociales trabajan durante todo el año para ayudar a las personas que más lo necesitan, en las semanas navideñas, las campañas se multiplican. Las iniciativas se dirigen, especialmente, a recoger alimentos y juguetes. “Nestes días a xente colabora máis, e non só é que se aporte diñeiro, tamén se aporta tempo, que é o máis difícil”, explica Xulio César Iglesias, que reconoce la alegría de ver cómo las iniciativas solidarias aumentaron notablemente en la provincia. “Hay 37 anos, cando iniciamos nós a Operación Quilo, era a única campaña solidaria en Nadal en Ourense. Agora hai moitas máis, o cal quere dicir que hai máis sensibilidade. O gran obxectivo de Amencer é sensibilizar á poboación, e conseguimos chegar a máis xente en cada edición”, resalta.
Cecilio Santalices también habla de la mayor implicación de la población en Navidad: “A xente esfórzase en que a felicidade propia destas datas chegue a todo o mundo e a todos os sitios da provincia. As campañas, aínda que se realizan todo o ano, intensifícanse desde finais de novembro e mantéñense en decembro e inicios de xaneiro”. El Banco impulsa cada noviembre la Gran Recogida de alimentos, con la que cada año ayudan a miles de hogares ourensanos. El presidente del BAO pone en valor la colaboración de los voluntarios, que permite que las iniciativas solidarias sean exitosas.
Raquel Castro, coordinadora de Juventud de Cruz Roja, da cuenta de la sensibilidad de la ciudadanía. “Estamos muy contentas, la gente está colaborando tanto con las donaciones de juguetes como con la colocación y empaquetado, para que todos los niños tengan algo debajo del árbol esta Navidad”, señala.
Ribao, del Rotary Club, señala su colaboración especial con Cáritas cada mes de diciembre. “Siempre hacemos algo con ellos para donarles alimentos típicos de estas fechas”. El pasado viernes, el Rotary donó 75 kilos de carne, además de dulces navideños, al comedor social. La cifra de comensales casi se ha triplicado en el último año: actualmente, la entidad entrega 600 raciones diarias.
