Detenido el supuesto sicario acusado de asesinar a un conductor en Verín

Alberto Fernández es conducido a las dependencias del Juzgado de Verín el pasado jueves. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El presunto sicario que acabó el pasado 11 de septiembre con la vida del conductor de la empresa Autocares Guerra de Verín, Bernardino Pousa Rodríguez, de 59 años, fue detenido ayer en el casco urbano verinense. Se trata de Ilidio Magalhaes Ribeiro, de 29 años, de nacionalidad lusa, más conocido por el apodo de 'Cobra', con domicilio en la actualidad en la calle Santa Trinidad de la localidad fronteriza de Chaves (Portugal).
La Guardia Civil lo estaba buscando desde el pasado martes, después de detener a la esposa del conductor, María Dolores Álvarez; su hija, Ángeles Pousa, y al compañero sentimental de ésta, Alberto Fernández. Este último, tras derrumbarse en los calabozos, confesó que había contratado a Magalhaes Ribeiro siguiendo instrucciones de la madre de su novia, que fue la que presuntamente le pagó. Los cuatro presuntamente idearon un plan para acabar con la vida del conductor, aprovechando que era el último viaje del verano en que llegaría de noche con pasajeros desde la costa pontevedresa.

Ilidio Magalhaes residió hasta el año 2008 en la calle San Antón de Verín, donde es bastante conocido por verse envuelto en varias discusiones y peleas. Tiene antecedentes por delitos de malos tratos a su compañera sentimental y, según fuentes de la investigación, fue condenado en el país vecino por agredir a un agente de la Guardia Nacional Republicana (GNR) cuando lo pararon durante un control. También fue detenido como presunto autor de un robo en una nave de la comarca de Monterrei y es adicto a sustancias estupefacientes.

El arrestado nunca perdió el contacto con Verín, donde en la actualidad residen dos ex compañeras sentimentales suyas, con las que llegó a tener un hijo con cada una, a los que visitaba prácticamente todas las semanas.

NO SE MOSTRÓ SORPRENDIDO CON EL ARRESTO

Ilidio Magalhaes fue condenado en octubre del 2007 por el Juzgado de Instrucción número 2 de Verín a una multa de 720 euros en un juicio de faltas, al que no llegó a presentarse. Ayer, según fuentes de la investigación, no se mostró sorprendido al ser arrestado, ni opuso ningún tipo de resistencia. La Guardia Civil lo trasladó a los calabozos de la Comandancia donde permanecía en la noche de ayer a la espera de prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Verín, que mantiene el secreto de sumario sobre el caso.

El detenido, durante su interrogatorio en las dependencias del instituto armado, ya podría haber reconocido su implicación en el crimen, asegurando que la intención no era la de acabar con su vida, sino la de asustarlo para que regresara con su mujer, la misma explicación que esgrimió Alberto Fernández ante el juez cuando se le pidió declaración.

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