Estafas

Operación Vical: De estafar en tiendas a robar coches, "habían dado el salto"

BMW recuperado en Chantada
photo_camera BMW recuperado en Chantada

A los cuatro detenidos, implicados en la operación Vical, se le imputa un total de 12 estafas, por Internet o presenciales, y el robo de al menos cuatro vehículos de media y alta gama. Uno de los coches robados fue localizado en Ourense.

Declaraciones sobre la Operación Vical

Alfonso Iglesias, agente del Equipo @ de la Guardia Civil de Ourense explica en este audio como comenzó la Operación Vical y los pasos que dieron para detener al sospechoso a raíz de las compras que realizaba a través de transferencias que nunca llegaban a reflejarse:

 

El Equipo @ de la Guardia Civil de Ourense informaba esta semana de que había desarticulado un grupo criminal que estafaba, por Internet y de forma presencial, en distintos establecimientos. La pista determinante había sido la venta en un céntrico comercio de Ourense de productos robados en otro establecimiento de Galicia.

Efectuaban compras fraudulentas de maquinaria, equipamiento electrónico, ropa y también habían dado el paso a estafas de vehículos de media y alta gama en varias provincias.

En la operación Vical se desarticuló una banda formada por cuatro miembros: un vecino de Ourense de 22 años, una vecina de Ourense de 47 años de edad, propietaria de una tienda de ropa situada en el centro de Ourense, un vecino de Ourense. de 48 años de edad y un ciudadano portugués de 32 años que también vivía en Ourense.

Dos de los coches estafados han sido localizados, uno en Chantada (Lugo), un BMW 330 CI, y otro en Ourense, un Seat León. Esta es la imagen del coche recuperado en Orense a la que ha tenido acceso La Región.

Seat León recuperado en Ourense
Seat León recuperado en Ourense

El modus operandi de la banda era siempre el mismo. Uno de los detenidos se personaba en las tiendas de electrónica o ropa  y se ganaba la confianza de los dependientes o encargados, "por su estilo y su apariencia", detalla Alfonso Iglesias, agente del Equipo @ de la Guardia Civil de Ourense e implicado en la investigación.

Una vez que se decidía por comprar algún producto, preguntaba si podía hacer la compra a través de una transferencia bancaria. Según los agentes de la Guardia Civil de Ourense, no levantaba sospechas puesto que a través de su teléfono móvil se disponía a hacer la operación delante del vendedor. “A la hora de pagar preguntaba si podía hacer una transferencia. Se la aceptaban y en el momento lo hacía en su teléfono y le enseñaba al vendedor una captura de pantalla con el justificante”, por eso le creían, apunta Alfonso Iglesias..

“En una localidad actuó, en la misma tarde, en tres o cuatro tiendas:  telefonía móvil, ordenador portátil, ropa de motos, ruedas para coches… todo lo que necesitaba”

Resultaba creíble porque “también, a veces, presentaba el DNI”. Pero cuando en la tienda no recibían el dinero de la transferencia, empezaban los problemas. “Le llamaban y él decía que estaba en Vigo, en el hospital e incluso les bloqueaba para no poder hablar con ellos”.

En Ourense, de casa en casa

Una vez que constaron denuncias y se tuvo conocimiento de varios casos similares, los agentes del Equipo @ de la Guardia Civil de Ourense iniciaron la investigación y pronto detectaron que había más comercios perjudicados por estas transferencias fraudulentas por Internet, tanto en Ourense, en A Coruña y en Pontevedra.

"Se ganaba la confianza de los dependientes o encargados, por su estilo y su apariencia"

Una denuncia interpuesta en la comandancia de la Guardia Civil de Celanova por una compra, no pagada, de maquinaria de jardinería y las estafas cometidas en la provincia de Pontevedra fueron determinantes. “En la provincia de Pontevedra fue cuando se llevó ropa por valor de unos 4.000 euros, se recibió en una tienda de Ourense y la vendió”, relata Alfonso Iglesias.

El detenido a su entrada al cuartel de la Guardia Civil.
El detenido a su entrada al cuartel de la Guardia Civil.

Una vez que la investigación tenía al cabecilla en el objetivo, fue complicado dar con su paradero. “Localizarle ha sido muy complicado porque iba dando botes y se iba escapando, de casa en casa de amigos. Tenía amigos y conocidos e iba cambiando de casa y alojándose por días en varias casas distintas hasta que al final pudimos detenerle”.

“Habían dado el salto a lo grande”

Los agentes pudieron entonces imputar todos los delitos de los que tenían constancia. “Solo en Ourense sumamos unos 12 y también los robos de coches demedia y alta gama efectuados en Salamanca, Valladolid y Zamora. Habían dado ya el salto a lo grande”, destaca Iglesias.

Los delitos que se investigan en la operación Vilca se ejecutaron desde finales de marzo a principios del pasado mes de abril, mes en el que se intensificó la actividad del cabecilla. “En una localidad actuó, en la misma tarde, en tres o cuatro tiendas:  telefonía móvil, ordenador portátil, ropa de motos, ruedas para coches… todo lo que necesitaba”.

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