Un vecino de la ciudad, Modesto González Arias, requirió ayer la presencia de la Policía Local en las dependencias de Aquagest. Todo sucedió porque fue a cobrar los daños que un reventón ocurrido en abril de 2007 produjeron en su local comercial, cifrados en 2.900 euros, pero la empresa se negó a pagarle los intereses, por lo que solicitó la presencia de los agentes.
Las dependencias de la empresa concesionaria del servicio de aguas, Aquagest, situadas en Avilés de Taramancos, vivieron ayer una protesta protagonizada por un vecino de la ciudad que requirió la presencia de la Policía Local, que el mismo demandante solicitó para que ejerciesen como testigos de lo que considera una injusticia.
Todo sucedió porque Modesto González Arias, propietario de un centro deportivo en O Couto, acudió a las oficinas de la empresa para cobrar una indemnización de 2.900 euros debido a un reventón que se produjo en el barrio en abril del pasado año y produjo desperfectos en su negocio.
Cuando fue a retirar el cheque, la empresa le conminó a firmar un documento que daba por zanjada la indemnización definitiva por los daños causados, algo a lo que se negó Modesto González Arias, al entender que desde que se produjeron los desperfectos presentó cuatro reclamaciones sin que ninguna hubiese recibido respuesta. Asimismo, exigió que le fuesen abonados los intereses por la demora en el pago, que cifra en unos 100 euros, no los reclamé por la cantidad en sí, sino por el hecho de que ni siquiera esté contemplado.
A pesar de que los trabajadores de Aquagest me trataron con absoluto respeto y buenas formas, este ciudadano requirió la presencia de la Policía Local para que fuesen testigos de la entrega del cheque y de mi negativa a firmar el documento que me exigían. No obs tante, los agentes lo convencieron para que aceptase finalmente los términos de la indemnización porque si no tendría que contratar a un procurador y meterme en pleitos judiciales durante dos años, y no podría cobrar los arreglos que tuve que pagar hace 11 meses de mi bolsillo. Si bien desde Aquagest no quisieron valorar este incidente, Modesto González afirmó que seguro que mi caso no es único, por lo que animo a todos los que sufran lo mismo a que protesten, concluyó.
Todo sucedió porque Modesto González Arias, propietario de un centro deportivo en O Couto, acudió a las oficinas de la empresa para cobrar una indemnización de 2.900 euros debido a un reventón que se produjo en el barrio en abril del pasado año y produjo desperfectos en su negocio.
Cuando fue a retirar el cheque, la empresa le conminó a firmar un documento que daba por zanjada la indemnización definitiva por los daños causados, algo a lo que se negó Modesto González Arias, al entender que desde que se produjeron los desperfectos presentó cuatro reclamaciones sin que ninguna hubiese recibido respuesta. Asimismo, exigió que le fuesen abonados los intereses por la demora en el pago, que cifra en unos 100 euros, no los reclamé por la cantidad en sí, sino por el hecho de que ni siquiera esté contemplado.
A pesar de que los trabajadores de Aquagest me trataron con absoluto respeto y buenas formas, este ciudadano requirió la presencia de la Policía Local para que fuesen testigos de la entrega del cheque y de mi negativa a firmar el documento que me exigían. No obs tante, los agentes lo convencieron para que aceptase finalmente los términos de la indemnización porque si no tendría que contratar a un procurador y meterme en pleitos judiciales durante dos años, y no podría cobrar los arreglos que tuve que pagar hace 11 meses de mi bolsillo. Si bien desde Aquagest no quisieron valorar este incidente, Modesto González afirmó que seguro que mi caso no es único, por lo que animo a todos los que sufran lo mismo a que protesten, concluyó.
