En esta época de canícula y con los mercurios alcanzando plusmarcas históricas al principio del verano, es importante poder conciliar el sueño durante las noches más calurosas. Dormir bien es una de las claves para poder rendir durante el día y, a largo plazo, conservar la salud. Con temperaturas tan altas, los profesionales médicos recomiendan seguir una serie de consejos y establecer una hábitos para no perder horas de descanso y poder beneficiarse al máximo de un sueño reparador.
La doctora María José Fernández, médico en el Centro de Saúde de Leiro está especializada en la atención a mayores, un grupo de edad en el que es esencial establecer una rutina de sueño y asegurarse de dormir en las mejores condiciones. Eso sí, esto no quiere decir que los más jóvenes puedan descuidar costumbres saludables.
Esencialmente, las sugerencias más importantes se reducen a acostarse y levantarse a las mismas horas, y, en caso de desvelarse por la noche, evitar “dar vueltas en la cama”, lo mejor es levantarse, refrescarse y volver a acostarse, “porque no pasa nada, al final se duerme”.
Fernández también recomienda hacer “ejercicio leve, poco inteso” a primera hora de la mañana o a última hora de la noche. Lo ideal, además, sería complementar la sesión de deporte con una cena ligera y evitar a toda costa los estimulantes (como el tabaco o la cafeína) y el alcohol en las seis horas previas al descanso.
También es recomendable abstenerse de echar siesta por la tarde, aunque, si no queda más remedio, es mejor que no dure más de media hora. En el caso contrario, cuando uno no es capaz de dormir, se debe evitar consumir hipnóticos o somníferos. En este caso, la doctora Fernández pide calma: “Si no puedes pegar ojo, no pasa nada, ya recuperarás las horas de sueño al día siguiente”.
El entorno donde pernoctar también es importante: mantener la estancia fresca abriendo las ventanas de noche y, durante el día, bajar las persianas para que el sol no caldee el interior.
Además, evitar quedarse dormido delante de la tele, ya que la postura o un ruido excesivo pueden provocar que el descanso sea menos efectivo. En cambio, escuchar música calmada o realizar actividades de relajación pueden ayudar a conciliar el sueño.
