La cantidad estafada vendiendo o comprando cualquier material supera los dos millones de euros

Doscientos ourensanos fueron víctimas de estafas este año, un 25% más que en el 2007

Doscientos veinte ourensanos fueron víctimas de alguna estafa en lo que va de año vendiendo o comprando a particulares ordenadores, muebles, material de construcción, coches, maquinaria e incluso un bajo. Las fuerzas de seguridad investigan la mayoría de los casos, que aumentaron un 25% con respecto al año anterior en los juzgados de la provincia. El último estafado fue un vecino de O Carballiño que hace dos meses compró y pagó seis taladros pero no los recibió. La Guardia Civil detuvo al vendedor.
Las estafas se están convirtiendo en algo habitual en el trascurrir cotidiano de la provincia. En lo que va de año, según los datos que manejan la Guardia Civil y la Policía Nacional, un total de 220 ourensanos fueron víctimas de alguna estafa vendiendo o comprando ordenadores, muebles, coches, material de construcción, relojes, e incluso un bajo en un inmueble de la ciudad. Todos los casos están siendo tramitados en los juzgados de instrucción de la provincia, que vieron aumentado su trabajo por este tipo de delitos en más de un 25 por ciento. ‘Las estafas se dispararon en los últimos meses. En la mayoría de los casos el estafador actuó con intención, pero hay una minoría que son personas que compraron o vendieron y, debido a la mala situación económica no pueden cumplir con lo acordado’, apuntaron fuentes judiciales.

La última de las estafas la investiga el Juzgado de Instrucción de Ribadavia después de que un vecino de O Carballiño denunciara en la Guardia Civil que hace dos meses le habían vendido seis taladros, que pagó al contado y que no los recibió. Los agentes detuvieron el martes al vendedor, que resultó ser un vecino de Ribadavia, Senén F.G., de 34 años.

En la larga lista de estafas que investigan las fuerzas de seguridad figura un vecino de Cartelle que compró un automóvil a un particular y que aún no le fue entregado; cuatro vecinos de O Carballiño, que fueron detenidos, después de comprar a dos empresas de A Coruña maquinaria para realizar trabajos forestales por importe de 23.000 euros, que no llegaron a abonar; una mujer que entregó a otra 40.000 euros por la compra de un bajo en la ciudad que no era suyo, un vecino de O Barco que compró un sofá que nunca le fue entregado y otro vecino de Verín que compró ordenadores y muebles pagándolos con cheques sin fondos. La lista se hace interminable y la cantidad estafada podría superar los dos millones de euros.

José González es un vecino de A Ponte y fue víctima el pasado mes de marzo. ‘Compré una moto, la pagué porque conocía al vendedor y no me la entregó y tuve que denunciarlo’, dice.

A las estafas por compras hay que sumar las telefónicas, en las que la víctima recibe una llamada alertándole de que le ha tocado un premio y para recibirlo debe llamar a un número, cuya línea es particular y el coste es muy elevado.

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