El subsuelo ourensano se volvió a ver alterado, aunque por una vez la avería no se produjo como consecuencia de una tubería desgastada por su antigüedad, sino rota por la maquinaria que realizaba obras en la calle Maestro Vide.
Las roturas de tuberías dejó de ser una novedad en Ourense, si aquellas venían dadas como consecuencia de la antigüedad de los conductos. Pero en esta ocasión la rotura deparó novedades porque brecha se produjo cuando la empresa Boán S.L. realizaba obras de mejora en la calle Maestro Vide, en el marco del Plan E aprobado por el Gobierno central para fomentar la obra pública y generar puestos de trabajo.
El uso de maquinaria pesada en las obras tuvo como desenlace, en torno a las 18,00 horas, la perforación accidental de una conducción, lo que provocó una erupción de agua poco común levantando un chorro de varios metros de altura.
Antes de una hora la empresa municipal responsable del abastecimiento y el mantenimiento del agua estaba en el terreno practicando las primeras maniobras de reparación. La avería no estuvo completamente subsanada hasta las 21,30 horas aproximadamente, según fuentes del Concello de Ourense.
El desperfecto no pasó sin pena ni gloria: dejó dos damnificados especialmente relevantes, puesto que afectó a los edificios de la Escuela Oficial de Idiomas y al de la Comisaría de la Policía Nacional. Fuentes municipales no descartaban, sin embargo, que puntualmente pudiese verse afectado algún vecino de la zona.
Pese a la espectacularidad del chorro que levantó la rotura de la tubería, y la cantidad de agua perdida, desde Aquagest la consideraron una rotura menor.
El último caso serio
El último vial de la ciudad afectado por una avería seria fue la avenida de Zamora, el 11 de julio. En esa ocasión, y durante cinco horas, más de 200 viviendas permanecieron sin agua corriente. La tubería, fabricada en fibrocemento, estaba completamente lisa por el punto que se produjo la rotura. Nada extraño, pues en según qué zonas los conductos son muy antiguos.
Averías constantes por la red deficiente de abastecimiento
El deficiente saneamiento en la ciudad de Ourense no es cosa de hoy. Ni siquiera es cosa de este año. Es fundamentalmente consecuencia de una canalización obsoleta, lo cual remite a varias décadas, que provoca entre cuatro y seis reventones al mes de mayor o menor consideración. Barrios de la ciudad como Barrocás, A Ponte o Mariñamansa sufren periódicamente cortes de agua por esta causa.
El Valedor do Pobo, Benigno López, recalcó en su momento que las deficiencias denunciadas y sus consecuencias para el medio ambiente y la salubridad aconsejaban un esfuerzo prioritario de las administraciones implicadas en la prestación de este servicio.
La ciudad se abastece de agua a través de una red de tuberías que en su mayor parte están fabricadas en fibrocemento con más de 40 años de antiguedad. La Concejalía de Medio Ambiente tiene contabilizadas una media de ocho incidencias diarias, que se traducen en pinchazos, holguras o reventones. El concejal Demetrio Espinosa admitió en su día que sería preciso cambiar 100 kilómetros de tuberías.
El uso de maquinaria pesada en las obras tuvo como desenlace, en torno a las 18,00 horas, la perforación accidental de una conducción, lo que provocó una erupción de agua poco común levantando un chorro de varios metros de altura.
Antes de una hora la empresa municipal responsable del abastecimiento y el mantenimiento del agua estaba en el terreno practicando las primeras maniobras de reparación. La avería no estuvo completamente subsanada hasta las 21,30 horas aproximadamente, según fuentes del Concello de Ourense.
El desperfecto no pasó sin pena ni gloria: dejó dos damnificados especialmente relevantes, puesto que afectó a los edificios de la Escuela Oficial de Idiomas y al de la Comisaría de la Policía Nacional. Fuentes municipales no descartaban, sin embargo, que puntualmente pudiese verse afectado algún vecino de la zona.
Pese a la espectacularidad del chorro que levantó la rotura de la tubería, y la cantidad de agua perdida, desde Aquagest la consideraron una rotura menor.
El último caso serio
El último vial de la ciudad afectado por una avería seria fue la avenida de Zamora, el 11 de julio. En esa ocasión, y durante cinco horas, más de 200 viviendas permanecieron sin agua corriente. La tubería, fabricada en fibrocemento, estaba completamente lisa por el punto que se produjo la rotura. Nada extraño, pues en según qué zonas los conductos son muy antiguos.
Averías constantes por la red deficiente de abastecimiento
El deficiente saneamiento en la ciudad de Ourense no es cosa de hoy. Ni siquiera es cosa de este año. Es fundamentalmente consecuencia de una canalización obsoleta, lo cual remite a varias décadas, que provoca entre cuatro y seis reventones al mes de mayor o menor consideración. Barrios de la ciudad como Barrocás, A Ponte o Mariñamansa sufren periódicamente cortes de agua por esta causa.
El Valedor do Pobo, Benigno López, recalcó en su momento que las deficiencias denunciadas y sus consecuencias para el medio ambiente y la salubridad aconsejaban un esfuerzo prioritario de las administraciones implicadas en la prestación de este servicio.
La ciudad se abastece de agua a través de una red de tuberías que en su mayor parte están fabricadas en fibrocemento con más de 40 años de antiguedad. La Concejalía de Medio Ambiente tiene contabilizadas una media de ocho incidencias diarias, que se traducen en pinchazos, holguras o reventones. El concejal Demetrio Espinosa admitió en su día que sería preciso cambiar 100 kilómetros de tuberías.
