Rechazan un proyecto suntuoso, pero piden que la terminal "sea digna
El colectivo empresarial ha seguido con atención todos los proyectos relacionados con la alta velocidad ferroviaria, también sobre la integración urbana y la intermodalidad de la futura estación. Quizá sea la palabra expectación la que mejor define la sensación que sienten ahora, justo cuando trasciende que la intervención prevista en A Ponte dista mucho de la pretendida hace unos años. Pero también muestran inquietud y hacen llamamientos al sentido común.
José Manuel Pérez Canal, presidente de la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) sostiene que "las primeras impresiones de lo que hasta ahora se ha hecho público generan cierta inquietud, pues da la impresión de que el ahorro de costes puede acabar condicionando el proyecto o al menos parte de él". Recuerda que desde la entidad que preside "queremos la mejor estación intermodal que Ourense pueda tener, entendiendo por tal una concepción, disposición y funcionalidad comparable a otras estaciones del AVE en el resto de España". Pérez Canal también advierte que Ourense está ante una "oportunidad única para nuestra ciudad que no podemos desaprovechar", rechazando que "bajo el paraguas del criterio economicista no debemos admitir un trato discriminatorio para Ourense".
Las apelaciones al sentido común vienen de parte de otros dirigentes empresariales. Juan Carlos Parada Rúa, presidente de la Cámara de Comercio reconoce que "podríamos pedir la mejor estación del mundo pero tenemos que tener en cuenta el momento en el que nos encontramos". Recuerda que los años pasados dejaron proyectos de gran formato pero escasamente operativos, por lo que ahora cree que hay que priorizar las inversiones públicas: "Tenemos que tener la mejor estación que nos podamos pagar, pero si ello va a implicar un recorte en la inversión total del AVE prefiero antes la finalización del tendido ferroviario en plazos razonables antes que una estación muy suntuosa".
Hecha esa salvedad el presidente de la Cámara de Comercio apuesta por "el sentido común y un término medio procurando tener una terminal lo más funcional y polivalente posible, no obras faraónicas del pasado, pero que se tenga en cuenta una intervención urbanística que permita acabar con el aislamiento de las dos partes del barrio de A Ponte".
A la mesura también apela el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, el ourensano Antonio Dieter Moure. Advierte que "no debemos dejar pasar la oportunidad y la estación es vital para Ourense, pero tampoco que sea desmesurada para los tiempos que corren". Apela a que los responsables de Fomento o del Concello "busquen un paso intermedio, porque creo que es lo más lógico, teniendo en cuenta que tenemos derecho a una estación digna para Ourense". Eso sí, exige que la futura terminal "deje de dividir a un barrio como el de A Ponte y me imagino que los técnicos trabajarán ahí con criterios de sensatez".
Otros colectivos consultados también se pronuncian en similares términos. Guillermo Díez, decano presidente del Colegio de Economistas matiza que en su colectivo "seguro que hay opiniones diversas y es difícil hablar en nombre de todos ellos", pero sí adelanta, "al menos como ourensano, que me gustaría que tuviésemos una estación sostenible y razonable, y sería triste que ahora se quisiese venir a ahorrar aquí lo que no se ahorró en otros sitios". Apela a que la ciudad tenga "la estación que se verdaderamente se merece".
