Los asaltantes los liberaron después de que el empresario les facilitara el que guardaba en su fábrica

Los encapuchados que atracaron a la familia Barbosa ’sólo querían dinero’ en efectivo

Cinco encapuchados con pistolas y machetes asaltaron la vivienda del empresario Justino Barbosa en Coles y retuvieron a su familia mientras a él lo trasladaban a la empresa que posee en la misma zona, de donde se llevaron unos 30.000 euros. El empresario, junto con su esposa y suegra, dormían cuando en la madrugada de ayer, martes, los cinco hombres los despertaron y les exigieron dinero.
Como apenas tenía 200 euros en el domicilio, Barbosa les dio el que guardaba en la nave. Después los dejaron libres. Armados con pistolas y machetes y con el rostro cubierto. Así entraron cinco hombres en la madrugada en la vivienda del empresario ourensano Justino Barbosa Cardero, de 69 años, en la localidad de Cambeo (Coles).

Pasaba de las doce de la noche y el industrial, junto con su esposa, descansaba. En la casa también dormía su suegra, de 80 años. Los cinco atracadores irrumpieron en el inmueble sin que sonara la alarma y los dueños se percatasen, llegando hasta la habitación, donde con los focos de potentes linternas despertaron al matrimonio, exigiéndole que le entregaran dinero, según la investigación.

Pero el industrial no tenía mucho dinero en casa, sólo disponía de los 200 euros que tenía en la cartera, aseguraba después el abogado y portavoz de la familia, Luis Romero. ’Les pareció poco y le ofrecieron otros objetos de valor que había en la casa, joyas y relojes, pero no los quisieron, buscaban sólo dinero’, señaló, aunque otras fuentes consultadas indican que pudieron haberse llevado también joyas y objetos de valor.

El propietario de la empresa Barbosa e Hijos, ante la crítica situación en la que estaba en juego su vida y la de los suyos, reaccionó de inmediato y propuso a los asaltantes que lo acompañaran a su empresa, especializada en la fabricación de cepillos, brochas, pinceles y material plástico, y situada a tres kilómetros de la casa, en Tamallancos (Vilamarín).

Los cinco atracadores aceptaron, pero ante la sospecha de que los engañase para echarlos de la vivienda, dos de ellos tomaron como rehenes a su mujer y a su suegra, con las que se quedaron encerrados en una habitación del inmueble.

Los otros tres, según la denuncia presentada por la víctima, acompañaron al industrial, al que introdujeron en la parte trasera de su automóvil, con el que se desplazaron hasta la nave industrial, donde Barbosa Cardero les entregó unos 30.000 euros que tenía en la caja fuerte.

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