El Día de la mujer se ha convertido en el protagonista indiscutible de cada 8 de marzo. Una jornada que nace para reivindicar la igualdad de derechos de la mujer ante el hombre. No es, por lo tanto, una jornada festiva como el día de la madre, sino que el 8-M responde a la necesidad de erradicar las desigualdades por motivos de género.
¿Qué es feminismo?
A través de un recorrido por las calles de Ourense, micrófono en mano, planteamos una serie de preguntas aparentemente sencillas para saber cómo se sienten algunos ourensanos y ourensanas respecto al Día Internacional de la Mujer. Personas de diferentes edades, sexo y estilo explican qué es para ellos el feminismo, cómo ven la manifestación del 8-M, si las tareas domésticas o el arreglo de ciertas averías es cuestión de hombres o mujeres, si han sentido miedo cuando pasean por la calle o de qué manera se puede eliminar esta lacra social.
(Micro)machismos
Desde el trabajo a casa, pasando por las relaciones de pareja/amigos o a aficiones, los micromachismos forman parte de nuestro día, muchas veces pasando sutilmente desapercibidos.
Trabajo
La incorporación de la mujer al mercado laboral ha sido uno de los logros más relevantes de los últimos tiempos pero hay ciertos ámbitos, como los altos cargos, presidencias o trabajos más físicos, que parecen seguir vetados por el hecho de ser mujer.
- ¿Contratarías a un hombre para cuidar a tus hijos? Aunque la gente responde que no tienen prejuicios y que contratarían tanto a un hombre como a una mujer, lo cierto es que en los cuidados de niños, mayores o casas mayoritariamente trabajan mujeres.
- ¿Y a una mujer mecánica? Cada vez más, se está luchando contra los estereotipos de género y se puede optar a un trabajo por las cualidades, no por el sexo. Aún así, sigue habiendo una creencia muy arraigada de que las mujeres no están preparadas para desarrollar trabajos más físicos.
¿Alguna vez has sentido miedo al volver a casa de noche?
Salimos a la calle y lanzamos esta pregunta a hombres y mujeres. La respuesta no deja lugar a dudas. Independientemente de la edad, las mujeres reconocen haber sentido miedo alguna vez al ir solas de noche por la calle. En el lado opuesto tenemos la respuesta de los hombres, quienes señalan que nunca han sentido miedo de sentirse atacados sexualmente por otra persona.
Ir con el móvil en la mano hablando con algún amigo o familiar o avisar al llegar a casa son conductas que por desgracia las mujeres tienen interiorizadas para sentirse más "protegidas" cuando van solas por la calle.
Conciliación
Conciliar vida laboral y personal es la gran utopía del siglo XXI. Aunque hay que reconocer que en los últimos años se ha trabajado mucho para hacer esto posible, aún queda un largo camino. Las tareas de casa, el cuidado de los niños o de mayores a su cargo son tareas que mayoritariamente recaen en las mujeres.
Maternidad
Tener pareja, casarse, tener hijos... son elecciones. Preguntarle a una mujer acerca de las cuestiones anteriores -y juzgarla- es uno de los micromachismos más habituales y, al igual que con los piropos, habrá mujeres a las que no le moleste, a muchas otras sí.
Dentro de la maternidad hay un tema tabú para muchas madres: la sociedad vende la idea de que es todo perfecto y muchas mujeres que no experimentan esto -como por ejemplo el caso de las depresiones postpartos- tienen reticencias a compartirlo con otras personas por miedo a ser juzgada.
Homosexualidad
En pleno 2021 todavía existe la tendencia de dirigirse a toda mujer partiendo de la creencia que es heterosexual. Desde una charla con compañeros de trabajo, la famosa frase "¿no tienes novio?" a una cita en el ginecólogo, tener que explicar tu condición sexual es uno de los machismos que siguen arraigados en nuestro comportamiento.
Cosificación
En una entrevista con Rafael Nadal, apuntaba el tenista que discriminación salarial era que las modelos mujeres cobraran mucho más que sus colegas masculinos. ¿Es un caso de discriminación o sexualización? La televisión, moda, cine, música o deporte son algunos de los sectores en los que la sexualización de la mujer es una práctica habitual. Mientras en las competiciones deportivas en las que participan hombres es habitual ver como los ganadores son felicitados por las azafatas, ¿por qué cuando las ganadoras son mujeres no ocurre esto?
Caso práctico: "La Isla de las Tentaciones"
Menos de veinte minutos viendo este programa son suficientes para detectar estos y más micromachismos. Da igual de que edición se trate, las Fanis o Lolas del concurso siempre serán las malas a los ojos de los espectadores por serles infiel a sus parejas. Cuando la traición viene de la parte masculina -los Tom Bruse o Manuel de la vida-, se ve como algo esperado: "Es que ya sabes como soy".
Infidelidades a parte, este tipo de programa muestra como mientras los chicos hacen camaradería y se apoyan unos a otros a pesar de todo, entre las mujeres sigue faltando mucha sororidad, ya que las críticas más fuertes suelen venir de otra mujer.
