Expourense sobrevive a una catástrofe simulada

La décima edición de Previsel ofreció su plato fuerte en la jornada de ayer con un simulacro de amenaza de bomba en el que participaron un centenar de efectivos de varios cuerpos de los servicios de emergencia

Se palpaba en el ambiente. Todos los presentes en la sala de ferias y exposiciones de Expourense en el mediodía de ayer esperaban la señal de las alarmas. Como estaba previsto, a las 13,40 el sistema de seguridad del recinto dio inicio al simulacro que, aunque anunciado en el programa, cogió a más de alguno por sorpresa y, con cara de incertidumbre, seguía las instrucciones de la megafonía: "Por favor, se ruega a todos los presentes en Expourense abandonen el recinto por las salidas de emergencia".

A las órdenes de los agentes de la Policía Nacional, todos los asistentes se quedaron en una zona acordonada por los mismos y comenzó el despliegue: los efectivos del cuerpo alertaron a los bomberos, que se encargaron de acceder a la dependencia donde se encontraba la bomba ficticia. Por su parte, los agentes de la Policía Nacional comprobaron que el recinto quedaba vacío de asistentes y se localizaba la bomba con la ayuda de un pastor alemán.

Una vez desactivado el artefacto por uno de los agentes protegido con un traje antiexplosivos, los bomberos ayudaban a la localización de las "víctimas" que, posteriormente, eran atendidas por miembros del 061, que se presentaban en el lugar de los hechos a los pocos minutos de la alerta. Fueron éstos los que rápidamente hincharon una unidad de asistencia en la que atendían a los afectados que, posteriormente fueron introducidos en las ambulancias que los llevarían al Servicio de Urgencias al tiempo que agentes de la Policía Local controlaban el tráfico.

Todo un ejemplo de coordinación de las fuerzas de seguridad, al menos sobre el papel.

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