La falta de un sacerdote obligó el domingo a los asistentes a un entierro en el cementerio de Santa Mariña de la ciudad a esperar más de una hora a que se localizara a uno. Así lo cuenta uno de los familiares del fallecido, que se muestra indignado por la demora. Mientras, tanto desde el Concello como del Obispado se reconoce que casos como este se han dado al menos en otra ocasión y que el hecho de que el sacerdote encargado de este cementerio lleve otras parroquias provoca ausencias puntuales.
Francisco González está indignado. Todavía no comprende por qué el entierro de un familiar, que tuvo lugar el pasado domingo en el cementerio de Santa Mariña, se demoró más de una hora sobre lo previsto. ¿El motivo? Salimos a las cuatro y media del tanatorio de As Burgas y cuando llegamos al cementerio no había sacerdote. Tuvimos que esperar una hora a que los de la funeraria localizaran a uno para poder enterrar a este familiar. Hasta se nos hizo de noche, asegura. Para él, si hay problemas entre el Obispado y el Ayuntamiento que los arreglen en un despacho pero la política es una cosa y otra muy distinta es tener allí a una persona abandonada. Se queja, además, de que si hubiera sabido esto habría localizado yo a otro cura.
No recibí aviso
El mal rato que asegura haber vivido este vecino de Carballiño ya lo había pasado al menos otra familia con anterioridad. Según la concejala de Sanidad, Marga Martín, ha habido ya otro caso y el Obispado tiene toda la disposición del mundo para arre glarlo. Según afirma, antes había un sacerdote destinado siempre a atender el cementerio pero luego hubo una reestructuración por la que ahora hay dos, uno para la semana y otro los fines de semana. Sin embargo, asegura, en estos dos casos puntuales ha ocurrido que el sacerdote tiene servicio en otra parroquia y no puede estar en dos sitios a la vez.
Por su parte, el sacerdote encargado de este cementerio los fines de semana, Sergio Fidalgo, afirma que a lo mejor me llamaron por la mañana pero yo tengo el teléfono apagado porque estoy en misa y no recibí aviso ninguno del enterramiento. Por eso siempre digo que me avisen en la víspera pero no lo hacen, dando lugar a situaciones tan difíciles para la familia.
VALORACIONES
Lo siento por la familia El sacerdote Sergio Fidalgo explica que tengo que atender tres parroquias y no puedo estar en dos sitios a la vez. Por ello, a su juicio, la situación se arreglaría si lo avisasen el día antes del entierro para evitar coincidencias o que otro sacerdote pudiera asistir al enterramiento. Explica que es el Concello es que me avisa y que, por lo menos hasta la fecha, no lo hace con la antelación suficiente, ya que los domingos por la mañana tiene su teléfono móvil inoperativo. El sacerdote entiende, no obstante, el mal rato que pasan tanto los familiares como el resto de asistentes a los sepelios, que se sienten desatendidos al tener que esperar en el camposanto hasta una hora para poder despedirse de su familiar fallecido. Lo siento mucho por ellos porque no tienen la culpa de nada pero yo no puedo hacer otra cosa, explica el sacerdote encargado del cementerio de Santa Mariña.
No recibí aviso
El mal rato que asegura haber vivido este vecino de Carballiño ya lo había pasado al menos otra familia con anterioridad. Según la concejala de Sanidad, Marga Martín, ha habido ya otro caso y el Obispado tiene toda la disposición del mundo para arre glarlo. Según afirma, antes había un sacerdote destinado siempre a atender el cementerio pero luego hubo una reestructuración por la que ahora hay dos, uno para la semana y otro los fines de semana. Sin embargo, asegura, en estos dos casos puntuales ha ocurrido que el sacerdote tiene servicio en otra parroquia y no puede estar en dos sitios a la vez.
Por su parte, el sacerdote encargado de este cementerio los fines de semana, Sergio Fidalgo, afirma que a lo mejor me llamaron por la mañana pero yo tengo el teléfono apagado porque estoy en misa y no recibí aviso ninguno del enterramiento. Por eso siempre digo que me avisen en la víspera pero no lo hacen, dando lugar a situaciones tan difíciles para la familia.
VALORACIONES
Lo siento por la familia El sacerdote Sergio Fidalgo explica que tengo que atender tres parroquias y no puedo estar en dos sitios a la vez. Por ello, a su juicio, la situación se arreglaría si lo avisasen el día antes del entierro para evitar coincidencias o que otro sacerdote pudiera asistir al enterramiento. Explica que es el Concello es que me avisa y que, por lo menos hasta la fecha, no lo hace con la antelación suficiente, ya que los domingos por la mañana tiene su teléfono móvil inoperativo. El sacerdote entiende, no obstante, el mal rato que pasan tanto los familiares como el resto de asistentes a los sepelios, que se sienten desatendidos al tener que esperar en el camposanto hasta una hora para poder despedirse de su familiar fallecido. Lo siento mucho por ellos porque no tienen la culpa de nada pero yo no puedo hacer otra cosa, explica el sacerdote encargado del cementerio de Santa Mariña.
