Las auxiliares de automoción tuvieron que prescindir de trabajadores temporales por carecer de trabajo

La falta de suministros obliga a las empresas de construcción a paralizar obras en la provincia

Los efectos del paro del transporte se extienden, con escasez de alimentos frescos y más sectores que no pueden trabajar por falta de suministros. De hecho, varias empresas de la construcción tuvieron que paralizar obras, situación que se une a la crisis que ya atravesaban. Coren continúa con sus plantas inactivas y las empresas auxiliares de automoción envían piezas a Citroën en convoyes escoltados, si bien trabajan a ritmo restringido y alguna confirmaba que había tenido que prescindir de trabajadores temporales.
Varias empresas de construcción ourensanas tuvieron que paralizar ayer obras con motivo del paro en el sector del transporte. Esta situación afecta especialmente a aquellas empresas que se encontraban en fases de obra más dependientes de los materiales que no llegan, principalmente hormigón, arena o ladrillo. También tuvieron que reorganizar su actividad y trasladar personal a otras obras.

Mientras, Coren continúa prácticamente inactiva. En las tres plantas de procesado ni entra ni sale ganado, lo que supone que sólo trabajan unos 200 empleados del área administrativa. El resto de la plantilla de las tres factorías -unos 3.600 empleados, según los datos que ofreció su director general adjunto, Emilio Rial- no trabaja. Además, del millar de camiones que integran la flota de Coren, sólo presta servicio una mínima parte, en casos de emergencia (abastecimiento a granjas o salida de productos guardados en cámaras para evitar su caducidad).

También siguen sin transporte otros sectores, como el pizarrero, mientras las auxiliares de automoción producen a ritmo restringido. Al igual que el pasado martes, la planta de PSA Peugeot-Citroën fletó ayer un convoy de 30 camiones, escoltado por la Guardia Civil, que transportó mercancía desde los suministradores ourensanos -la mayoría ubicados en el Polígono de San Cibrao- hasta la factoría viguesa. En todo caso, la fábrica de PSA tiene previsto paralizar hoy su actividad, ya que carece de los componentes necesarios para continuar la producción. Otros fabricantes de piezas de vehículos mostraban también su preocupación por la duración del paro: ‘Hemos tenido que enviar a casa a nueve empleados que tenemos mediante empresas de contratación temporal, porque no hay trabajo’, comentó un empresario del sector. Y otra factoría ourensana también comunicó a sus empleados que quizá paren hoy y mañana.

Los supermercados presentan cada vez más escasez de pescado, aunque algunos recibieron ayer suministro, así como fruta y verdura (de hecho, encargados de algunos establecimientos advertían a sus clientes que no recibirán más hasta que finalice el paro). No obstante, las pequeñas tiendas de barrio no presentan problemas, mientras la Plaza de Abastos funcionó ayer con normalidad, aunque con menos pescado de lo habitual.

Los camiones de reparto de Correos se vieron también afectados. Un vehículo no pudo llegar a Cea, pero la empresa postal sostiene que se prestó el servicio con normalidad en el resto de localidades.

Las farmacias siguen recibiendo medicamentos sin problema y, aunque a los almacenes no llegan pedidos, tienen reservas para cubrir la demanda.

Un sector atomizado y con exceso de oferta

Mientras que la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) observa el paro sin realizar valoración alguna sobre su incidencia, el presidente de la Confederación Gallega (CEG), Antonio Fontenla, sí que mostró su preocupación ante la gravedad que están adquiriendo los problemas de abastecimiento y la afectación que tiene sobre los sectores productivos de la comunidad. Fontenla expresaba ayer que espera que antes de que finalice esta semana haya un acuerdo para poner fin al paro. Además, tenía previsto mantener una reunión con los directivos de PSA Peugeot-Citroën en Vigo, para analizar las repercusiones que les ocasiona el paro.

Causas A juicio del presidente de los empresarios de Galicia, uno de los principales problemas que afecta al sector del transporte es su gran atomización y el desajuste entre la oferta, con numerosos profesionales, y la demanda de sus servicios. Además, la crisis de la construcción ha motivado que profesionales que trabajaban antes para este sector se hayan pasado ahora al del transporte, que se presenta ‘con poca fortaleza’ para afrontar situaciones económicas desfavorables.


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