CRÓNICA

Las familias aún desconocen la “letra pequeña" para la salida de los niños

Una niña hace una pompa de jabón desde el balcón de su casa, acompañada de una familiar, en la ciudad (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Una niña hace una pompa de jabón desde el balcón de su casa, acompañada de una familiar, en la ciudad (XESÚS FARIÑAS).
El Concello de Barbadás insta a sus vecinos a organizarse en turnos, según si viven en edificios con números pares o impares

A partir de mañana, los alrededor de 30.000 ourensanos menores de 14 años podrán salir de sus casas para aliviar un confinamiento que encara ya su séptima semana. A la espera de que se publique el decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE), todavía eran ayer muchas las dudas sin resolver encima de la mesa. Por el momento, el Gobierno ha dado a conocer solo algunas de las pautas a seguir: los niños podrán salir con un adulto –hasta tres menores a la vez–, en un radio de 1 kilómetro en el entorno del domicilio, durante como máximo una hora, y sin hacer uso de parques u otras instalaciones públicas. 

En la ciudad, por ejemplo, las restricciones implican que solo las familias que viven en el entorno del paseo del Barbaña o del río Miño pueden hacer uso de estos espacios. Las zonas de juegos infantiles permanecen clausuradas, para evitar posibles contagios al tocar el mobiliario urbano, así como las canchas deportivas. En las salidas, será necesario mantener distancias de seguridad, así como evitar tocar cualquier superficie. En el rural ourensano, la situación demográfica facilita que las salidas sean seguras, pero en núcleos más poblados, como A Valenzá –con un elevado número de población infantil–, la cosa se complica. 

El Concello de Barbadás emitía ayer un bando en el que el alcalde, José Carlos Valcárcel, recomienda a las familias que las salidas se realicen de forma ordenada: en horas pares, aquellas que vivan en edificios con portales pares; en horas impares, las que lo hagan en edificios impares. Las propuestas tienen como objetivo evitar que ciertas zonas de la localidad, como la avenida de Celanova, se saturen de vecinos. El alcalde de Barbadás apela a la "responsabilidade" de los padres, clave para evitar que las salidas pongan en riesgo la salud pública. En otros municipios gallegos, como Culleredo, de demografía similar a Barbadás, también dictaron recomendaciones similares. 

COMUNIDADES DE VECINOS

A falta de un documento oficial, las medidas que se han ido conociendo sobre cómo serán las salidas de los menores dejan un amplio margen a comunidades de propietarios de edificios y urbanizaciones para decidir sobre el posible uso de las zonas comunes –jardines, canchas, zona de juegos–. 

Desde la Asociación de Propietarios de Fincas Urbanas de Ourense aseguran que, por el momento, "poco se puede decir". "No tenemos un documento oficial, pero si es cierto lo que se conoce hasta ahora, en las condiciones que hay no se pueden realizar juntas para tomar este tipo de decisiones", explican. El Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España ha enviado una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para reclamarle que sea el Ejecutivo quien decida los criterios de las salidas. La entidad recuerda las dificultades de la situación actual: "No puede quedar al arbitrio de la decisión de una comunidad de propietarios sin criterios científicos".

Las gestorías atienden estos días numerosas dudas de vecinos sobre la letra pequeña de las salidas. "El Gobierno no tiene en cuenta que ahora mismo no se pueden tomar ningún acuerdo", explican desde administradores de fincas Casillas e Asociados. En Novoa & Ramos Asesores consideran que el Ejecutivo debería dictaminar las normas sobre esas zonas, para mantener la seguridad de los inquilinos en todo momento. 

En la ciudad los edificios de este tipo, que compartan parques, piscinas o pistas deportivas, son los menos, pero los que disponen de ellas no saben cómo podrán gestionarlos a partir de mañana. En caso de disponer de ellos, apelan al "sentido común" de los vecinos porque dicen estar "bloqueados totalmente" para que la comunidad  decida. "No es fácil decirle a un niño que no toque, se necesita algún tipo de norma para evitar que haya aglomeraciones en los espacios comunes", apuntan desde Administrador de Fincas A Casiña. 

URBANIZACIONES

Las urbanizaciones lo tienen claro, al menos en El Madrigal y en Tapada de Bouzas. Los espacios comunes seguirán precintadas hasta nuevo aviso, para evitar posibles contagios entre los vecinos, especialmente, entre los más pequeños. En ambas comunidades, la piscina permanece cerrada, con el parque y la zona deportiva precintada. "No van a abrir ninguna de estas zonas comunes, es lo lógico", afirma Amil Diéguez, vecina de esta urbanización de El Madrigal, San Cibrao das Viñas. Los niños podrán salir en su entorno a pasear según las normas establecidas y "guardando las distancias", pero en ningún momento harán uso de espacios comunes: "Son zonas en las que se pueden contagiar más fácil, lo normal es que sigan precintadas".

Francisco González, vecino de la urbanización Tapada de Bouzas de Pereiro de Aguiar, hace hincapié en la "responsabilidade" de los padres: "Entendo que é o noso papel, nós temos unha rúa e somos moitas familias. Haberá que saír con coidado, mantendo as distancias. Ante o baleiro que hai nas normas, hai que manter o sentido común", añade.

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