La Guardia Civil acudió a una llamada, de madrugada, que alertaba de un incendio en una vivienda de Pombar (Nogueira de Ramuín), y acabó deteniendo a la pareja de la propietaria de la casa, una mujer de nacionalidad noruega que la adquirió hace dos años. Aunque no lo hizo por su relación con el fuego sino por haber infringido una orden de alejamiento que le impedía acercarse a su pareja. En su día, ésta lo había denunciado por malos tratos, si bien últimamente volvían a convivir.
Los apenas 12 habitantes a los que se queda reducido, al pasar el mes de agosto, el censo de Pombar, en Nogueira de Ramuín, vieron sacudido su sueño cuando ya las llamas devoraban sin remisión la vivienda de H.T., vecina de origen noruego instalada en la aldea desde hace dos años.
El fuego se inició en torno a la una de la madrugada. Resuelto el cuándo, falta todavía dilucidar el cómo. Y tal vez, el quién, porque no está descartada la hipótesis de que el incendio fuese provocado. La Guardia Civil investiga ambos interrogantes.
De entrada, detuvo a Rafael R.R., de 39 años de edad, aunque su detención no tuvo que ver tanto con el incendio y sus causas como con el hecho mismo de encontrarse en la vivienda de H.T. Una orden de alejamiento le impide desde hace algunos meses aproximarse a su pareja. Aunque, según fuentes vecinales, conviven de nuevo desde hace varias semanas. Prueba de ello es que, cuando alertada por el incendio, la Guardia Civil acudió a Pombar de madrugada, lo encontró en compañía de la mujer, él con un corte en la cabeza, y ella con una contusión en un ojo.
La contundencia de las llamas se llevó por delante el esqueleto de la vivienda en el momento que, devoradas las vigas, cedieron las divisiones internas. Sólo las paredes exteriores se mantuvieron en pie. El incendio, que no sería controlado hasta las cuatro de la madrugada, mantuvo en jaque a las viviendas vecinas. Si bien aquellas inmediatamente contiguas, no estaban habitadas. Una vecina octogenaria, en todo caso, debió ser desalojada de su hogar por razones de seguridad. Efectivos de los bomberos de San Cibrao das Viñas, Maceda y Nogueira participaron en las tareas de extinción. Estos últimos mostraron su sorpresa por el hecho de que ardiesen pero no explotasen dos bombonas que había en el interior.
La propietaria adquirió la casa hace dos años, y en la actualidad realizaba tareas de reforma, ejecutadas por su pareja. Fuentes de la investigación indicaron que ella se negó a declarar y él aseguró ignorar cómo se había iniciado el fuego. Por la tarde quedó en libertad con cargos.
Segunda detención por incumplir la orden de alejamiento
La propietaria de la casa solicitó el 30 de agosto una orden de alejamiento que le fue concedida. El arrestado se fue a vivir a otra casa, pero tres días después, según consta en las diligencias de la Policía Nacional, recibió un sms de ella alertándole de que se habían escapado los caballos que tenían en común. Ese día, ambos decidieron retomar la relación. El 9 de septiembre acudieron juntos a sacar dinero a un banco, en Ourense. Al salir, creyeron que alguien los seguía para robarles, y se refugiaron en comisaría, donde la Policía advirtió que sobre él pesaba una orden de alejamiento. Fue detenido.
El fuego se inició en torno a la una de la madrugada. Resuelto el cuándo, falta todavía dilucidar el cómo. Y tal vez, el quién, porque no está descartada la hipótesis de que el incendio fuese provocado. La Guardia Civil investiga ambos interrogantes.
De entrada, detuvo a Rafael R.R., de 39 años de edad, aunque su detención no tuvo que ver tanto con el incendio y sus causas como con el hecho mismo de encontrarse en la vivienda de H.T. Una orden de alejamiento le impide desde hace algunos meses aproximarse a su pareja. Aunque, según fuentes vecinales, conviven de nuevo desde hace varias semanas. Prueba de ello es que, cuando alertada por el incendio, la Guardia Civil acudió a Pombar de madrugada, lo encontró en compañía de la mujer, él con un corte en la cabeza, y ella con una contusión en un ojo.
La contundencia de las llamas se llevó por delante el esqueleto de la vivienda en el momento que, devoradas las vigas, cedieron las divisiones internas. Sólo las paredes exteriores se mantuvieron en pie. El incendio, que no sería controlado hasta las cuatro de la madrugada, mantuvo en jaque a las viviendas vecinas. Si bien aquellas inmediatamente contiguas, no estaban habitadas. Una vecina octogenaria, en todo caso, debió ser desalojada de su hogar por razones de seguridad. Efectivos de los bomberos de San Cibrao das Viñas, Maceda y Nogueira participaron en las tareas de extinción. Estos últimos mostraron su sorpresa por el hecho de que ardiesen pero no explotasen dos bombonas que había en el interior.
La propietaria adquirió la casa hace dos años, y en la actualidad realizaba tareas de reforma, ejecutadas por su pareja. Fuentes de la investigación indicaron que ella se negó a declarar y él aseguró ignorar cómo se había iniciado el fuego. Por la tarde quedó en libertad con cargos.
Segunda detención por incumplir la orden de alejamiento
La propietaria de la casa solicitó el 30 de agosto una orden de alejamiento que le fue concedida. El arrestado se fue a vivir a otra casa, pero tres días después, según consta en las diligencias de la Policía Nacional, recibió un sms de ella alertándole de que se habían escapado los caballos que tenían en común. Ese día, ambos decidieron retomar la relación. El 9 de septiembre acudieron juntos a sacar dinero a un banco, en Ourense. Al salir, creyeron que alguien los seguía para robarles, y se refugiaron en comisaría, donde la Policía advirtió que sobre él pesaba una orden de alejamiento. Fue detenido.
