Los incendios forestales calcinaron 604,20 hectáreas de monte en la provincia sólo en una semana, la pasada, que fue una de las de más actividad incendiaria desde que comenzó el año. Del total de la superficie ardida, 533 hectáreas estaban incluidas en el parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés.
Las 604, 20 hectáreas ardieron en seis fuegos que se declararon en los municipios de Muíños, Entrimo, Lobeira, Padrenda, Riós y Piñor, obligando a intervenir a los medios terrestres y aéreos de la Consellería de Medio Rural.
Pero no fueron estos los únicos fuegos que se registraron durante la semana. Los efectivos de extinción sofocaron otros 40 incendios en diferentes puntos de la provincia, pero la superficie afectada no está contabilizada, dado que Medio Rural sólo da a conocer aquellos fuegos que calcinaron más de 20 hectáreas.
La borrasca que descargó ayer sobre la provincia dio un respiro a los efectivos antiincendios, que durante toda la jornada no recibieron ningún aviso por fuego en los montes ourensanos, según fuentes de la Guardia Civil.
Pese a ser aún invierno, los incendios forestales ya quemaron desde que comenzó el año 840,60 hectáreas, aunque la mayoría de ellas, según la Consellería de Medio Rural, son de monte raso.
Los fuegos fueron intencionados previsiblemente para regenerar pasto, por problemas de caza y para limpiar maleza. Según dio a conocer la Xunta a mediados de febrero, todos los años al llegar esta época se suceden los fuegos forestales provocados por quemas de rastrojos. Desde que comenzó el año, las fuerzas de seguridad detuvieron a 15 presuntos incendiarios, el último el pasado día 10, una vecina de Zamora que presuntamente plantó fuego en las inmediaciones de la A-52, en A Gudiña.
Pero no fueron estos los únicos fuegos que se registraron durante la semana. Los efectivos de extinción sofocaron otros 40 incendios en diferentes puntos de la provincia, pero la superficie afectada no está contabilizada, dado que Medio Rural sólo da a conocer aquellos fuegos que calcinaron más de 20 hectáreas.
La borrasca que descargó ayer sobre la provincia dio un respiro a los efectivos antiincendios, que durante toda la jornada no recibieron ningún aviso por fuego en los montes ourensanos, según fuentes de la Guardia Civil.
Pese a ser aún invierno, los incendios forestales ya quemaron desde que comenzó el año 840,60 hectáreas, aunque la mayoría de ellas, según la Consellería de Medio Rural, son de monte raso.
Los fuegos fueron intencionados previsiblemente para regenerar pasto, por problemas de caza y para limpiar maleza. Según dio a conocer la Xunta a mediados de febrero, todos los años al llegar esta época se suceden los fuegos forestales provocados por quemas de rastrojos. Desde que comenzó el año, las fuerzas de seguridad detuvieron a 15 presuntos incendiarios, el último el pasado día 10, una vecina de Zamora que presuntamente plantó fuego en las inmediaciones de la A-52, en A Gudiña.
