MEDIO AMBIENTE

Cinco fuegos arrasan 300 hectáreas en la provincia en sólo tres días

photo_camera Un cambio en la dirección del viento reavivó el fuego en el incendio en el Parque del Xurés, lo que amenazó varias viviendas en Rubiás. (CAROLINA PIÑEIRO)

Alcaldes de concellos afectados anuncian un año peligrosísimo por el calor y la sequía, y piden máxima alerta en el monte

"Hai moita seca, falta chuvia desde o inverno, e coa calor e o comezo da colleita a situación é explosiva", cuenta el alcalde de Rairiz de Veiga -allí se perdieron más de un centenar de hectáreas la semana pasada- que llega de apagar un fuego en Paderne de Allariz. El alcalde, Xaquín Rodríguez, trabaja en el cuerpo forestal. Ayer estaba en el monte y desde la mañana pudo seguir las alarmas a através de la emisora. Ayer se quemaron más de 60 hectáreas en Cualedro en un fuego que se declaró a las 2,20 de la madrugada. Hubo pequeños incendios en Crespos, otro más en Cualedro, el de Paderne... Al cierre de esta edición seguían en situación de controlados (todavía no extinguidos) los incendios en el Parque do Xurés, declarado el miércoles, el de As Queirugás en Xinzo, que prendió el jueves, y el de Cualedro, que afectó a un área con casas y puso en peligro una granja. El último en declararse, a las 17,15 de ayer en la misma parroquía de Cualedro, seguía activo.

En tres días, entre el miércoles y el viernes, se han quemado en los cinco incendios más graves en la provincia más de 300 hectáreas -la superficie equivalente a 300 campos de fútbol como el de O Couto-. "É para estar preocupado, máis ca ningún destes últimos anos. Ata setembro as temperaturas serán altas. O monte está cheo de combustible porque non ardeu estes anos e hai moito abandonado", dice el alcalde de Os Blancos, José Manuel Castro, cuyo concello es el único en el sur de A Limia que se ha librado, "por pouco, porque en Texós, Baltar, ardeu a semana pasada. Por pura estatística vainos tocar". Están preparados. Tienen una brigada trabajando en cortafuegos y pistas. En Rairiz contarán con dos brigadas la semana que viene y con un segundo tractor -este alquilado, por un convenio, los recursos son escasos- para limpiar perímetros de pueblos. Todos los concellos están alerta. "Vai ser un ano malo. Non chega con ter os dous ollos abertos. Os que queremos ó monte dóenos a alma con sinistros como ó do Xurés", dice Aquilino Valencia, alcalde de Calvos de Randín, donde llevan tres días, desde el miércoles por la tarde, pendientes de un fuego que no acaba de extinguirse. A media tarde, en Rubiás, el viento cambió y el incendio salvó el perímetro de control y amenazó a las casas. Los vecinos frenaron el primer golpe antes de que llegaran las brigadas.

La acción de pirómanos que el jueves denunció en ese mismo lugar el secretario xeral de montes siembra cierta inquietud. "Pero é unha lacra coa que hai que convivir. Haberá que vixiar, si, mellorar a coordinación das forzas de seguridade", pide Aquilino Valencia.

Otro alcalde a pie de monte, el de Xinzo de Limia, acudió el jueves en auxilio de los pueblos de As Queirugás, A Hermida y (el suyo) O Cabreiro. "Plantaron en tres sitios distintos. Non foi un accidente. O que estamos vivindo é unha loucura. Apelo a conciencia social. A situación é perigosísima. E vai ir peor. Abaixo, na Limia, funcionou a parcelaria, pero na montaña hai abandono, moito bosque. Ata os prados verdes arden do secos que están". Pérez agradece la labor de los brigadistas de la comarca. "Están acudindo todos, o retén, os que están de día libre e os que andan de vacacións. A xente mételle moito traballo, pero non estaría demais mellorar a coordinación. Porque temos os medios".

"Respecto moitísimo o traballo de Medio Rural -apunta Aquilino Valencia-, e isto no é unha crítica. Temos que compartir ideas. E eu digo que cós cartos que gastamos no Parque estes días se lle sacaría brillo a todas as pedras da serra da Pena... Habería que telo feito antes, pero non hai que deixar de inverter agora en limpar corta-lumes e pistas, poden ser a salvación".

El breve balance de tres días críticos en esta semana -no habrá estadística oficial hasta después del verano- arroja la cifra (provisional) de 20 hectáreas quemadas en Riós, 25 en Xinzo, 57 en Boborás, 60 en Cualedro y 130 en O Xurés.

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