El fuego se acercó peligrosamente a dos pueblos de Carballeda de Avia, cerró el paso en dos carreteras comarcales e invadió de humo la autovía Rías Baixas, dificultando la circulación

Un gran incendio amenazó el polvorín de dos canteras

Dos trabajadores, impotentes ante las llamas. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Un incendio forestal en Carballeda de Avia generó gran alarma entre la población debido a la proximidad del fuego a dos canteras de granito, en las que había dinamita. Las llamas rodearon peligrosamente una de las explotaciones a primeras horas de la tarde. Las labores de extinción, a cargo de un hidroavión, dos helicópteros, tres motobombas y cuatro brigadas, evitaron que el fuego alcanzase el polvorín. Pero una vez que fue controlado este foco, en poco tiempo, otra de las seis canteras que hay en ese entorno corría idéntico riesgo, con el fuego a 200 metros.
Cuando el peligro disminuyó en las explotaciones graníticas, los cambios en la dirección del viento arrastraron la llamarada hacía los pueblos de Saa y Vilariño, habitados por algo más de una veintena de vecinos. La abundante maleza que rodea las casas alimentaba las llamas, dificultando las labores encaminadas a evitar que se extendiese el fuego por ambos pueblos.

A lo largo de la tarde, el viento jugó un papel decisivo, generando situaciones de alto riesgo no sólo para las canteras y las dos localidades sino también en la autovía Rías Baixas. El denso humo fue arrastrado hacia el vial, restando visibilidad y dificultando en gran medida la circulación, que tuvo que dirigir la Guardia Civil de Tráfico.


CARRETERA

Entre tanto, el alcalde de Carballeda, Luis Milia, un cámara de televisión, un fotógrafo y alrededor de 40 vecinos que colaboraban en la extinción, permanecieron durante más de hora y media en las inmediaciones de una de las canteras, debido a que la carretera de Vilar de Condes estaba cortada por causa del incendio a la altura de Vilariño. A media tarde se incorporaban nuevos efectivos, de tal forma que participaron en la extinción siete helicópteros, nueve aviones, seis motobombas, 11 brigadas, tres agentes y un técnico.

Los medios aéreos cargaban el agua en el embalse de Castrelo, mientras los tres vehículos (uno de ellos del Concello de Carballeda) lo hacían en la red de abastecimiento municipal.

El fuego se inició a las 15,19 horas y a las 19,00 horas todavía corría peligro la localidad de Vilariño, después de ser controlado el incendio en el entorno de Saa. En total, ardió una superficie de 50 hectáreas de monte arbolado y raso, según la Xunta. La existencia de varios focos en distintos lugares hace sospechar que fue provocado, según indicó el alcalde.

En torno a las 19,30 horas se abría al tráfico la carretera de Vilar de Condes a Carballeda de Avia, permitiendo al grupo de personas abandonar el lugar, al mismo tiempo que la virulencia de las llamas remitía en el entorno de Vilariño. Mientras en los pueblos se iba recuperando la normalidad, el fuego se encaminaba hacia la autovía y a las 21,00 horas todavía permanecía activo. Fue necesario el uso de una pala para abrir un camino a fin de que las motobombas pudiesen acceder a las proximidades de la autovía, en donde a esa hora estaba localizado el incendio.

Aunque a esa hora los vecinos de Vilariño y Saa respiraban más tranquilos, también eran conscientes de que en cualquier momento podría resurgir el fuego, por cuyo motivo se mantuvieron en estado de alerta por lo que pudiese suceder.

Al cierre de esta edición, el fuego aún no estaba definitivamente controlado, pese al amplio dispositivo aéreo y de tierra.

Otro incendio calcinó en la tarde de ayer una hectárea de monte en Paderne de Allariz.

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