La ciberdelincuencia, una amenaza para la seguridad que se reinventa en Ourense. Estas son las infracciones que más afectan a los vecinos de la provincia
Los estafas, dentro de los delitos que hacen uso de las Tecnologías de la Comunicación y la Información, son las más numerosas en Ourense (el 84%), y van adoptando diversas formas. Los más destacados, según la Guardia Civil, son:
- UFTC (Uso Fraudulento de Tarjeta de Crédito): Implica el acceso no autorizado y la transferencia de fondos desde cuentas bancarias u otros instrumentos financieros sin el conocimiento o consentimiento del titular.
- Compra o venta: estas estafas ocurren principalmente en plataformas de comercio electrónico, donde el autor de esta modalidad de fraude puede mostrarse como vendedor o comprador, y manipula el proceso, a través de procesos de ingeniería social (coberturas que producen engaño) para obtener bienes o dinero sin que sea el propietario del producto o servicio comprometido.
- Smishing: Es un tipo de fraude que utiliza mensajes de texto (SMS) para engañar a las víctimas y hacer que compartan información personal, financiera o de seguridad, o que accedan a enlaces maliciosos con tales fines, en definitiva los estafadores se aprovechan de la confianza de la ciudadanía en la recepción de los SMS.
- Vishing: Estafa de voz, implica el uso de llamadas telefónicas para engañar a las personas y obtener información personal o financiera. Los estafadores suelen pretender hacerse pasar por representantes de instituciones conocidas, como bancos u organismos administrativos oficiales.
- Estafa familiar: el ciberdelincuente se hace pasar por un miembro de la familia utilizando los canales de mensajería, a menudo alegando estar en una situación de necesidad o emergencia, y solicita dinero de manera urgente.
- Sexting: el criminal realiza solicitudes de amistad a través de Facebook, Instagram o plataformas similares. Una vez se acepta, este tiene acceso a toda nuestra red de contactos y amigos. Se apodera de imágenes o información privada y amenaza con divulgarla a nuestra red de contactos, exigiendo cierta cantidad de dinero para no llevarlo a cabo. Si se abona la cantidad exigida, es frecuente que de forma reiterada se demanden nuevos pagos.