LR.- La campaña de limpieza contra la plaga de estorninos parece que va surtiendo efecto aunque persista, según constatan los usuarios de la Alameda. Ahora falta solucionar el tema del vandalismo en su mobiliario, con pintadas y varios destrozos.
Interrumpir el ciclo biológico de los estorninos es algo imposible, por lo que los efectos de esta plaga la sufren diariamente los usuarios de la Alameda, zona de la ciudad donde más se concentran estas aves, debido a las buenas condiciones climatológicas y a la presencia de plataneros, que favorecen su asentamiento.
La suciedad que generan estos pequeños pájaros ha sido objeto de una campaña de limpieza intensiva que inició el Concello de Ourense durante esta semana. Tal y como reconoce el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, durante las primeras jornadas se incidió especialmente en mejorar el estado del mobiliario público (bancos y juegos infantiles, sobre todo), así como en iniciar trabajos en la zona de Os Remedios y la Alameda do Concello, donde también se han detectado los efectos de esta plaga. El último paso de esta campaña ha sido la limpieza del suelo, más complicada dado que no podía ser demasiado agresiva, por causa de la tierra donde se asienta la zona verde.
El resultado de esta limpieza ya ha comenzado a ser patente, tal y como destacan los usuarios de la Alameda y de sus accesos, aunque también recalcan que es necesario acometer mejoras para paliar los efectos del vandalismo (pintadas y mobiliario deteriorado).
El edil de Medio Ambiente se ha comprometido a intensificar la campaña de limpieza de forma diaria y constante, al tiempo que anuncia medidas para tratar de frenar la plaga de estorninos, como es la poda de los plataneros, unos árboles que favore cen la cría de estos animales, dado su espeso follaje y su particular fisonomía. Del mismo modo, los técnicos medioambientales del Concello están estudiando medidas para tratar de prevenir la aglomeración de estorninos, de cara a próximas temporadas. No obstante, todavía no se ha decidido ninguna acción concreta, puesto que se descartan medidas demasiado drásticas, con el fin de preservar la riqueza natural de esta emblemática zona verde de la ciudad, como es la Alameda.
