Todo comenzó con un “buenos días, Xosé Carlos, necesito que me hagas un favor”. El alcalde de Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel, no sospechó que se tratase de una ciberestafa. El perfil de WhatsApp que le estaba hablando estaba vinculado con su empresa: “Saía no perfil o novo eslogan, o nome do novo dono, que ten un nome peculiar…”, explicaba ayer el regidor.
Valcárcel recuperó ayer el control de su mensajería instantánea tras una jornada en la que, tal y como relata, ni siquiera comió. Su WhatsApp quedó bajo control ajeno este domingo después de ser víctima de un hackeo. El o los impostores enviaron masivamente peticiones de dinero, solicitando pagos por Bizum que partían de 490 euros. “Despois, cando alguén llo fixo”, relataba, “dixéronlle: ‘Me equivoqué’”. Y pasaron a pedir 860. Valcárcel contestó centenares de llamadas entre las diez de la mañana y las ocho y media de la tarde, el tiempo en el que los timadores se afanaron en contactar con su agenda “en varias oleadas”.
El regidor de Barbadás denunció ayer los hechos ante la Guardia Civil. Al menos siete personas, según cifró, acudieron también a poner los hechos en conocimiento ante esta estafa en cadena. El perfil desde el que le contactaron los ciberdelincuentes era de plena confianza. “Non había ningunha dúbida”, aseguró, de que “o perfil era correcto”. Un conocido de total confianza. Pero no era así. Le pidieron un código que le llegó por SMS y que sirvió a los hackers para tomar el control de su agenda y comenzar la estafa masiva. De acuerdo con el relato del alcalde, incluso se afanaron en estudiar si cambiar el idioma -gallego o castellano- dependiendo del contacto con el que hablara, para hacer más creíble el mensaje.
Valcárcel explica que la Guardia Civil le advirtió de que “dende hai dúas semanas está ocorrendo o mesmo”, ya que desde el propio móvil del alcalde se intentó acceder a los teléfonos de algunos contactos mediante este mismo modus operandi.
Los timadores se habrían hecho con unos 7.000 euros, detalló Valcárcel, después de que una víctima advirtiera a su banco, que le devolvió el dinero. Si no, serían 8.000 euros. Hay capturas de pantalla con los teléfonos y las cuentas bancarias que facilitaron los estafadores, añadió, con las que espera que prospere la investigación.
