Las heladas amenazan las cepas en las zonas más bajas

Las heladas de los últimos días están causando una gran preocupación en O Ribeiro. Han sido bajadas de temperatura de hasta menos 3 grados centígrados desde el pasado viernes y ayer todavía se esperaba que se repitiesen esta pasada noche. “É un momento moi crítico porque a viña está despertando do letargo do inverno”, apuntaba el presidente del Consello Regulador, Juan Manuel Casares. Aunque la mayoría de las cepas tienen todavía la yema sin abrir, se esperan igualmente pérdidas especialmente en las zonas llanas y bajas y también dependiendo de la situación más o menos avanzada en que se encuentre la brotación de cada viñedo, ligada en gran medida al momento de la poda, ya que si se realizó en noviembre la planta está más adelantada. Las variedades como el lado y el godello pueden ser las más afectadas y también las viñas jóvenes, que brotan bastante antes. El “colleiteiro” Alberto Úbeda, declaraba que será necesario esperar una semana para ver si el proceso sigue adelante o si las bajas temperaturas secaron las yemas. Según indica, auque vuelva a brotar “con la segunda yema, la mayoría de las cepas tienen escasa producción”. En su opinión, estas heladas causarán más daño que las de 2020 al producirse “cuatro días seguidos”, recordando también la de 2017, en que hubo pérdidas de hasta el 100% en algunas zonas. Viñedos en el municipio de Beade, próximos al río Avia. (Martiño Pinal) Casares coincide en que será necesario esperar, primero que acaben las heladas, y después que transcurran unos días para hacer la valoración de los daños. Recuerda que en los últimos años o hay heladas, granizo, ondas de calor o mildiu, por cuyo motivo asegura que es el momento de “revalorizar a figura do viticultor tanto a nivel social como económico, traducido en precios da uva e do viño”. Añade que “para este tipo de episodios hai unha ferramenta útil que son os seguros agrarios”, pese a que no compensa el esfuerzo del viticultor ni tampoco la totalidad de las pérdidas económicas, pero “desmenúe as perdas nunha porcentaxe”. "Dentro de 20 días sería catastrófico" La caída de las temperaturas causó daños parciales en el viñedo de la Denominación de Orixe Valdeorras. Lo apuntó el técnico del Consello Regulador, Santiago Pérez, quien indicó que habrá que esperar algunos días para evaluar las pérdidas. En todo caso, afirma que los efectos de las heladas distan mucho de ser parecidas a los de abril de 2017. Estos días, algún bodeguero valdeorrés situó el daño en torno al 2 % de la producción de aquellas viñas que fueron afectadas. En todo caso, en la comarca existe el convencimiento que las pérdidas sí serían cuantiosas si el frío llegase tres semanas más tarde. En cuanto a la Denominación de Monterrei, las heladas no tuvieron una afectación muy importante, ya que la mayor parte de los viñedos se encuentran en un estado fenológico poco avanzado. “Ao estar nas primeiras etapas de desenrolo da planta, esta soporta mellor as baixas temperaturas”, señala Lara Da Silva, presidenta de la entidad vitivinícola. El presidente del Consello de la Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, confirmó que causaron algún daño, si bien “non é unha situación catastrófica. Hai moita vide sin brotar e outra volverá a facelo”, añadiendo que ”se fose dentro de viente días sería catastrófico”.