La experta en Educación e Inteligencia Emocional defendió la idea de que todas las personas somos inteligentes

Ibarrola: 'Es necesario un sistema educativo que respete la diversidad'

La presidenta de los libreros de Ourense, Pilar Rodríguez, junto a la escritora Begoña Ibarrola.
La psicóloga y escritora Begoña Ibarrola ofreció ayer en el Foro La Región una conferencia basada en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, bajo el título 'Todos somos inteligentes'.
Ibarrola quiso demostrar con su intervención que todas las personas tienen la capacidad de sobresalir en algún aspecto intelectual si se detecta a tiempo su potencial y se usan las herramientas necesarias para desarrollarlo.

El problema, según la psicóloga, radica en la concepción unitaria -y no múltiple- de la inteligencia, según la cual se ha establecido un único paradigma y 'a todo el que no se acerca a éste, se le da un tratamiento diferente'.

Begoña Ibarrola recordó que, por el contrario, Gardner demostró científicamente la existencia de ocho inteligencias (verbal-lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, cinestésica, ecológica, interpersonal e intrapersonal) y según su teoría, 'todos somos inteligentes porque tenemos distintos tipos de inteligencias, aunque nacemos con un potencial muy desarrollado en dos o tres'.

De esta manera, la psicóloga defiende 'una educación que respete la diversidad y una familia que no compare a los hijos', para que cada niño pueda desarrollar su potencialidad, algo que -según Ibarrola- no se está haciendo actualmente.

La psicóloga lamenta que la sociedad 'no valore todas las inteligencias por igual', porque opina que, por ejemplo, la lógico-matemática y la verbal-lingüística se consideran inteligencias 'muy potentes' y, en sentido apunta que, en general, 'los padres se sienten muy orgullosos cuando su hijo es muy bueno en matemáticas, pero no tanto, si se le da bien la música, o pintar'. La existencia de inteligencias 'de segunda' provoca un gran perjuicio para la autoestima del niño, además de para la sociedad, 'que va a desperdiciar un talento que le podría ayudar mucho', señaló.

Para Begoña Ibarrola, el papel de los padres es fundamental a la hora de detectar y valorar el potencial del hijo en sus primeros años de vida. Debe ofrecerle después las suficientes oportunidades para desarollarlo. Luego será el turno del niño, que deberá dedicarle tiempo, esfuerzo, constancia y perseverancia.

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