La Comisaría anotó repuntes en agresiones sexuales y robo en galpones
La actividad delictiva se redujo en la ciudad desde que comenzó el año hasta junio. La Policía Nacional registró 31 robos con violencia (en el mismo periodo del año pasado se produjeron 39) y otros 32 con fuerza en las cosas, diez menos que en el 2016. Los agentes llevan contabilizados 28 asaltos a locales comerciales frente a los 63 que se registraron el año pasado. También contabilizaron 35 robos en vehículos (57 en los mismos meses del 2016) y 136 hurtos (135 el año pasado). Incluso descendieron las estafas con tarjetas de crédito, pasando de 23 a 16 desde enero.
El balance fue expuesto ayer por el comisario Antonio Álvarez Valencia en el transcurso de la reunión de la junta local de seguridad, que estuvo presidida por el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, y el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez. El comisario exhibió fuerza ante los asistentes (la integran vecinos, grupos políticos y sociales), señalando que el descenso es fruto de un trabajo bien realizado.
El dirigente policial declinó hacer pública la estadística de delitos pero, según pudo saber este periódico, lo único que aumentaron fueron las agresiones sexuales, dos y ambas a hombres (el año pasado durante el mismo periodo no se registró ninguna) y los robos en galpones, en construcciones anexas a viviendas. Los agentes también detectaron un ligero repunte en los delitos contra la ley de extranjería.
En el balance global, los delitos pasaron de 805 en el primer semestre del 2016 a 776 en este año y las infracciones leves de 1.483 a 1.315. La Policía Nacional realizó 166 servicios humanitarios desde enero.
En la reunión, los colectivos vecinales reclamaron más presencia de la Policía Local en torno a los centros escolares, sobre todo a la hora de entrar y salir los niños de clase. Alegan una masificación de vehículos, la mayoría mal aparcados. Los vehículos son de los padres de los alumnos y temen que se produzca un accidente. También se abordaron los sucesivos atropellos que se registran en el casco urbano, una problemática que tanto alcalde, Jesús Vázquez, como el concejal de Tráfico, Carlos Campos, mostraron interés en resolver, argumentando que tienen en marcha iniciativas "Movete por Ourense" para pacificar la circulación en el casco urbano.
