El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, sigue, inasequible al desaliento, en su constante cambio de cromos dentro de la extensa plantilla de asesores que le rodean. Solo el pasado mes de octubre, decidió despedir a tres de los miembros de su personal eventual, entre ellos, el nuevo director de comunicación, al que había fichado precisamente en noviembre del año pasado. Según se desprende de los decretos firmados por el alcalde, a los que ha tenido acceso este periódico, el primer día de octubre firmó el cese de Juan Carlos Fernández González, a quien había nombrado el pasado 15 de abril como auxiliar político, tras cesar entonces a Andrés Reinares. Ahora, lo reemplaza en el puesto de auxiliar político con un nuevo fichaje, según algunas fuentes, un viejo conocido suyo, Vicente Dibuja. En este puesto, el nuevo miembro del ‘staff’ del regidor se embolsará 22.412,74 euros.
El segundo de los ceses de Jácome este pasado mes de octubre fue el de Guadalupe Ucha, como se recoge en un decreto del 11 de octubre. Esta tenía un cargo de asesora política, con mayores emolumentos que de auxiliar, y era persona del ámbito cercano y de confianza del concejal de DO Telmo Ucha. En ese caso, todavía no se recoge en los decretos publicados un sustituto.
Además, ha trascendido un tercer cese, el del director de comunicación de Jácome, Lorenzo Baladrón, fichado flamantemente hace un año, y que ahora está consumiendo sus vacaciones antes de marcharse. Con estas dos destituciones, quedarían dos nuevos huecos en Alcaldía para el alcalde.
“Los cambios en el personal de confianza los hacemos constantemente y, obviamente, no solemos dar detalles de lo que son temas internos de gestión”, decía Jácome la semana pasada, cuestionado sobre los continuos cambios en su ‘staff’.
“Cumprir a norma”
Precisamente en relación a las tareas que hacen los asesores del alcalde, José Araújo (Ciudadanos) ha presentado una moción para el próximo pleno en la que insta a Jácome a “cumprir a normativa” respecto a su personal eventual, que “só debe realizar funcións exclusivamente cualificadas como de confianza ou asesoramento especial”. Así, Araújo recuerda que no tienen capacidad de representación ni de gestión, y no pueden “ordenar verbalmente ou por escrito a ningún traballador público”.
