Jácome solo logró invertir 8 de los 89 millones disponibles

El Concello de Ourense cerró 2021 con el nivel de ejecución presupuestaria más bajo de la última década, al haber consignado un 41,59% de los 224,4 millones a los que ascendieron los créditos disponibles el pasado ejercicio. Así se refleja en la fiscalización del interventor municipal, Gonzalo Alonso, a la liquidación presupuestaria, que ha sido informada negativamente “por omitir información que pode afectar á cuantificación de magnitudes orzamentarias fundamentais”, según recoge en sus conclusiones. En un extenso análisis, el alto funcionario constata la existencia de “eivas de diferente consideración”, entre las que se encuentran la “falta de seguimento das desviacións de financiamento” en servicios como Ayuda a Domicilio y Unidad de Conductas Adictivas o las operaciones “contrarias a toda lóxica contable”. Asimismo, la macromodificación de crédito superior a los 62 millones aprobada mediante una cuestión de confianza es objeto también de crítica por parte del interventor, que acusa al gobierno de Jácome de ampararse “nun informe dun órgano que non ostenta funcións de asesoramento legal do Pleno” para prescindir del trámite de exposición al público de la operación, lo que impidió, por ejemplo, a la oposición presentar alegaciones o reclamaciones. En este sentido, Gonzalo Alonso cuestiona también el papel del órgano de Gestión Presupuestaria “por prescindir dos informes” de la Secretaría Xeral y la Intervención Municipal “para dilucidar cuestións controvertidas” y por avalar que fuese la Alcaldía y no el pleno el que aprobase “correccións de erros, por ende sen ningún tipo de fiscalización previa”. Cifras Además de las críticas a la gestión económica, la liquidación del presupuesto del año pasado refleja que el remanente de tesorería (dinero en caja sin gastar) se dispara en un año de 126 a 142 millones, “un inusual elevado volume” consecuencia del bajo nivel de ejecución tras aprobar modificaciones de crédito por un importe total de 127 millones. Es llamativo, por ejemplo, el pobre nivel de gasto en materia de inversiones, ya que Jácome apenas logró ejecutar 7,9 de los 88,5 millones que tenía disponibles en este capítulo, lo que representa un 8,9%. Por otro lado, los ingresos del Concello ascendieron a 108,8 millones, de los que casi 46 procedieron de impuestos directos a los vecinos, cuatro más de lo previsto inicialmente. Otros 23,7 millones se recaudaron a través de tasas y cerca de 35 los inyectaron otras administraciones, principalmente la estatal.