La política de recortes en el ámbito de la Justicia ha puesto en pie de guerra en las últimas semanas a los distintos operadores jurídicos de la provincia: jueces, fiscales, secretarios judiciales, abogados y procuradores y al personal de tramitación cuyo poder adquisitivo se ha resentido sustancialmente.
Todos ellos, lejos de aminorar sus protestas, han salido ya a la calle o a las escaleras de su lugar de trabajo -en el caso de los funcionarios- para reclamar una Administración de Justicia que supere de una vez por todas su papel de cenicienta. Porque tal como recuerda el presidente de la Audiencia, Fernando Alañón, 'la caja del Estado nunca priorizó las inversiones en Justicia'.
Los magistrados comenzarán a partir de mañana una de las iniciativas de protesta contempladas en su calendario de movilizaciones para clamar, entre otros motivos, por su independencia : cancelarán la celebración de juicios la última semana de este mes y también en diciembre.
Esta iniciativa, aprobada en la junta de jueces el 21 de septiembre, supuso ya en la práctica que los juzgados ourensanos pospusiesen las vistas orales previstas desde el próximo día 26 al 29 -a finales de diciembre sólo hay previstos juicios urgentes por la Navidad, por lo que la medida apenas tendrá incidencia-. Así, los dos Juzgados de lo Penal aplazaron 39 juicios que se habían señalado inicialmente entre el 26 y 29 -un total de 21 en el número 1 y 18 en el 2-, que ahora sufrirán una demora media de entre cuatro y seis meses, ya que la mayoría se celebrarán a partir de febrero de 2013.
Sólo se salvan de estos retrasos, según indicaron fuentes del Juzgado de lo Penal 1, nueve juicios rápidos de violencia de género aplazados para mediados de diciembre. Asimismo, fuentes judiciales del Penal 2, por su parte, reiteran que celebrarán un juicio el próximo día 29, por ser un procedimiento urgente también relacionado con los malos tratos.
Además, hay que añadir una media de 30 juicios que no se celebrarán esta semana en cada uno de los tres juzgados de instrucción, entre 12 y 15 en cada órgano civil (seis juzgados de instancia), así como las vistas que no se realizarán en la jurisdicción laboral (unos 50 de media), además de los del ámbito contencioso-administrativo. Las vistas aplazadas sólo en la ciudad superan las 400.
OTRA MEDIDAS ADOPTADAS
Para el juez decano de Ourense, Antonio Piña, esta medida de protesta es menos perjudicial que la adoptada por otras juntas de jueces de España -acordaron limitar el horario estricto de audiencia (celebración de juicios) de 10 a 14 horas-. 'Se evita desplazar al ciudadano y se aprovecha la semana para avanzar en la tramitación interna de los asuntos más atascados en cada juzgado', explica.
Además, según dice, las vistas orales urgentes se seguirán celebrando e indica que 'muchos juzgados no señalaron juicios para esta semana, por lo que ya no hubo que suspenderlos'.
Esta iniciativa se suma a la recogida de firmas que los magistrados ourensanos pretenden iniciar de forma pionera a partir de esta semana para visibilizar su repulsa a las medidas del ministro Gallardón. Valoraron hacerlo tras la movilización de jueces y fiscales que tuvo lugar el pasado viernes en la ciudad contra las tasas judiciales o la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) en trámite.
Los magistrados ourensanos no se muestran partidarios, según Antonio Piña, de una huelga, tal y como se solicitó en otras movilizaciones como la de Madrid, al entender que sería una de las medidas más perjudiciales para el ciudadano.
Durante la protesta del viernes, los jueces estuvieron arropados por el colectivo de abogados y procuradores, quienes protagonizaron numerosas movilizaciones frente al Pazo de Xustiza -con toga incluida- en las últimas semanas. Una de las últimas se convocó el pasado 9 de noviembre para mostrar el rechazo de los letrados a las tasas que gravan determinados procedimientos. El motivo que esgrimieron: vulneración del derecho de los ciudadanos a la tutela judicial efectiva.
También el colectivo de secretarios judiciales mostró su rechazo a la situación de indefensión que viven muchos ciudadanos por los desahucios y expresó su repulsa por la supresión de la paga extra de Navidad.
Los funcionarios de escalas inferiores efectuaron protestas apostados en las escaleras del Pazo de Xustiza. Han decidido no consumir en las cafeterías del entorno para evidenciar así su malestar con los continuos recortes salariales de los últimos años.
Los magistrados comenzarán a partir de mañana una de las iniciativas de protesta contempladas en su calendario de movilizaciones para clamar, entre otros motivos, por su independencia : cancelarán la celebración de juicios la última semana de este mes y también en diciembre.
Esta iniciativa, aprobada en la junta de jueces el 21 de septiembre, supuso ya en la práctica que los juzgados ourensanos pospusiesen las vistas orales previstas desde el próximo día 26 al 29 -a finales de diciembre sólo hay previstos juicios urgentes por la Navidad, por lo que la medida apenas tendrá incidencia-. Así, los dos Juzgados de lo Penal aplazaron 39 juicios que se habían señalado inicialmente entre el 26 y 29 -un total de 21 en el número 1 y 18 en el 2-, que ahora sufrirán una demora media de entre cuatro y seis meses, ya que la mayoría se celebrarán a partir de febrero de 2013.
Sólo se salvan de estos retrasos, según indicaron fuentes del Juzgado de lo Penal 1, nueve juicios rápidos de violencia de género aplazados para mediados de diciembre. Asimismo, fuentes judiciales del Penal 2, por su parte, reiteran que celebrarán un juicio el próximo día 29, por ser un procedimiento urgente también relacionado con los malos tratos.
Además, hay que añadir una media de 30 juicios que no se celebrarán esta semana en cada uno de los tres juzgados de instrucción, entre 12 y 15 en cada órgano civil (seis juzgados de instancia), así como las vistas que no se realizarán en la jurisdicción laboral (unos 50 de media), además de los del ámbito contencioso-administrativo. Las vistas aplazadas sólo en la ciudad superan las 400.
OTRA MEDIDAS ADOPTADAS
Para el juez decano de Ourense, Antonio Piña, esta medida de protesta es menos perjudicial que la adoptada por otras juntas de jueces de España -acordaron limitar el horario estricto de audiencia (celebración de juicios) de 10 a 14 horas-. 'Se evita desplazar al ciudadano y se aprovecha la semana para avanzar en la tramitación interna de los asuntos más atascados en cada juzgado', explica.
Además, según dice, las vistas orales urgentes se seguirán celebrando e indica que 'muchos juzgados no señalaron juicios para esta semana, por lo que ya no hubo que suspenderlos'.
Esta iniciativa se suma a la recogida de firmas que los magistrados ourensanos pretenden iniciar de forma pionera a partir de esta semana para visibilizar su repulsa a las medidas del ministro Gallardón. Valoraron hacerlo tras la movilización de jueces y fiscales que tuvo lugar el pasado viernes en la ciudad contra las tasas judiciales o la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) en trámite.
Los magistrados ourensanos no se muestran partidarios, según Antonio Piña, de una huelga, tal y como se solicitó en otras movilizaciones como la de Madrid, al entender que sería una de las medidas más perjudiciales para el ciudadano.
Durante la protesta del viernes, los jueces estuvieron arropados por el colectivo de abogados y procuradores, quienes protagonizaron numerosas movilizaciones frente al Pazo de Xustiza -con toga incluida- en las últimas semanas. Una de las últimas se convocó el pasado 9 de noviembre para mostrar el rechazo de los letrados a las tasas que gravan determinados procedimientos. El motivo que esgrimieron: vulneración del derecho de los ciudadanos a la tutela judicial efectiva.
También el colectivo de secretarios judiciales mostró su rechazo a la situación de indefensión que viven muchos ciudadanos por los desahucios y expresó su repulsa por la supresión de la paga extra de Navidad.
Los funcionarios de escalas inferiores efectuaron protestas apostados en las escaleras del Pazo de Xustiza. Han decidido no consumir en las cafeterías del entorno para evidenciar así su malestar con los continuos recortes salariales de los últimos años.
